Médicos extraen una aguja de dentista alojada en el cerebro de una niña

En un relato que parece sacado de una trama de suspenso médico, un hospital de Barcelona, España, presenció una operación sin precedentes en 2023 cuya historia recientemente se volvió viral pues apenas está siendo revelada al público. La historia comienza con Sara, una niña de tan solo cuatro años, cuya inocente visita al dentista desencadenó una cadena de eventos extraordinarios.

El incidente ocurrió cuando Sara, durante un tratamiento dental para tratar unas caries, tuvo una aguja de anestesia que, de manera inesperada, se alojó en su mejilla. Lo que inicialmente parecía un percance menor pronto se convirtió en una situación crítica cuando la aguja, inadvertidamente, alcanzó el interior de su cerebro. La madre de Sara, Montse Llusà, compartió su angustiosa experiencia al descubrir que la aguja no había sido retirada junto con la jeringa, lo que llevó a una urgente llamada a la ambulancia y la inmediata atención médica.

Al llegar al Hospital de Sant Joan de Déu, Sara se sometió a un TAC que reveló la presencia de la aguja aún alojada en su mejilla. Sin embargo, la extracción de este objeto extraño no sería tarea fácil. Debido a la ubicación delicada y la magnitud del riesgo involucrado, se requirió una planificación meticulosa y la disponibilidad de un quirófano completamente equipado.

El día de la intervención, la tensión en el quirófano era palpable. A medida que el neurocirujano pediátrico José Hinojosa y su equipo se preparaban para la delicada cirugía, se enfrentaban a un desafío sin precedentes. La aguja, que se había desplazado hasta el lóbulo temporal derecho del cerebro de Sara, planteaba un riesgo significativo para su vida.

La odisea para extraer una aguja del cerebro de una niña

La operación, que se prolongó más de lo previsto debido a la migración de la aguja al cerebro, fue un éxito gracias a la habilidad y dedicación del equipo médico. El alivio y la emoción llenaron el quirófano cuando la aguja finalmente fue retirada, marcando el fin de una odisea médica que mantuvo en vilo a todos los involucrados.

La recuperación de Sara fue rápida y, afortunadamente, sin secuelas neurológicas graves. Su valentía y fuerza inspiraron a todos los que siguieron su historia, demostrando el poder del cuidado médico y la resiliencia humana. Este caso excepcional, que recientemente se presentó en el Congreso de la Sociedad Española de Neurocirugía, sirve como testimonio de la capacidad de la ciencia y la medicina para enfrentar desafíos inimaginables y ofrecer esperanza en los momentos más oscuros.

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