Solange Ortiz es una joven chilena que dejó su trabajo en marzo de 2018 para viajar por tierra y recorrer América Latina. Luego de dos años de haber viajado por Bolívia y Perú, su travesía quedó truncada porque se cerraron las fronteras de la mayoría de países de la región por la pandemia y, mientras esperaba regresar, fue víctima de un accidente de tránsito que aún es materia de investigación.
Su hermana, Marianela Ortiz, asegura que a su muerte se suman la serie de errores que hicieron que fuera enterrada como una de las cientos de personas que han fallecido en Ecuador a causa del coronavirus.
“Mi hermana murió el 8 de abril y esta señora murió el 13. Solo había dos personas en la morgue y a la familia de ella le entregaron el cuerpo de mi hermana. No siguieron el conducto regular, porque la que tenía coronavirus tenía que estar con otros protocolos para no infectar a los demás”, señaló Ortiz a la Agencia Anadolu.
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Los restos de Solange fueron entregados, por error, a la familia de Martha Santillán, una ecuatoriana víctima del coronavirus que había sido enterrada el pasado 14 de abril. Al parecer, familiares de Santillán no pudieron hacer el reconocimiento del cadáver ni acompañar el cuerpo. “Me siento con las manos atadas por esta situación, no hay respeto y se vulneraron todos los derechos de mi hermana”, lamenta Marianela Ortiz.
Los familiares de Solange se dieron cuenta de la equivocación cuando pidieron al consulado de Chile en Ecuador que realizará una autopsia para confirmar la versión de que había sido atropellada.
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“El cónsul solicita la autopsia y le comunican que el cuerpo de Sol ya había sido enterrado en el cementerio de Ibarra y no se encontraba en la morgue porque había sido sepultado con el protocolo de una persona que había muerto por COVID-19”, señaló Daniel Rodríguez, amigo de Ortiz.
Al confirmarse el error, el cuerpo de Solange fue exhumado el pasado 17 de abril y, según la Cancillería chilena, se tomaron sus huellas
dactilares para verificar que esta vez si se trataba de ella.
“Para prever cualquier error, se requirió realizar un doble chequeo de identidad: primero, se realizó la necroidentificación de las huellas tomadas por el sistema de la Policía Nacional del Ecuador; y luego, se solicitó una contramuestra por parte de la Policía de Investigaciones de Chile.
mbos exámenes resultaron positivos, confirmando que el cuerpo que se encuentra en la morgue del servicio forense de Quito pertenece a la joven chilena”, señalaron a la Agencia Anadolu fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
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Temor por un posible feminicidio
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Hay versiones encontradas de lo ocurrido con Solange Ortíz en sus últimos días con vida. Uno de ellos, un ciudadano colombiano identificado como Daniel Becerra, asegura que fue atropellada, mientras que otro grupo de viajeros, que había conocido recientemente, dijo a su familia que la última vez que la vieron con vida estaba con él.
Solange había alertado a sus amigos, a través de redes sociales, sobre sus conductas inadecuadas, y señalaba que trataba de ayudarlo a salir de un problema de drogadicción. “Ella creía que podía ayudarlo, era un chico agresivo, problemático, y él era el que había estado con ella en sus últimos días”, señaló Rodríguez.
A la polémica por las declaraciones que no coinciden y por las sospechas de que su muerte pueda ser un feminicidio, se suma que Ecuador, a causa de la pandemia, se encuentra en un toque de queda que impide que vehículos circulen libremente por las carreteras después de las 2 de la tarde. Quienes conocían a Solange Ortiz coinciden en que era una viajera experimentada que no se arriesgaría a estar en la calle si había una prohibición por motivos sanitarios.
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“Las dudas nos llegan porque no se investigó a la persona que pudo haberla atropellado, en el caso de que fuera un accidente, ni las versiones encontradas de los que estaban con ella, porque cada uno dice que dejó a Sol con otras personas”, aseguro a la Agencia Anadolu Rodríguez.
Marianela Ortiz señala que las autoridades ecuatorianas no han cooperado con información sobre la investigación de la muerte de su hermana.
Tampoco realizaron ninguna pericia en la zona del supuesto accidente ni revisaron las cámaras de seguridad de la zona para verificar las versiones de los testigos.
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Los restos de Solange Ortiz se encuentran en el Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Quito a la espera de que se hagan nuevas pruebas en la investigación y finalmente pueda ser repatriado, mientras que los de Martha Santillán fueron enterrados en el cementerio de San Miguel de Ibarra, pero su familia ahora también duda que sean sus restos, por lo que pedirán una exhumación que confirme el fin de una cadena de errores.
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