Las autoridades reportaron la muerte de dos niños de 11 y 9 añitos en un hecho inusual luego de que inhalaran raticida en su vivienda.
La fatídica jornada comenzó cuando el niño mayor, de 11 años, ingresó al Hospital Patio Bonito sin signos vitales; el personal médico recibió la información de que había inhalado el gas tóxico utilizado en la fumigación de la bodega cercana a su vivienda.
Y minutos después se conoció una segunda muerte en los mismos hechos; se trata de un niño de 9 años, hermanito del niño de 11 años, quien también resultó gravemente afectado y falleció en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del Hospital Occidente de Kennedy.
La Secretaría de Salud de Bogotá se pronunció sobre este lamentable hecho informando que brindó atención médica adecuada y oportuna a ambos niños. Además, se solicitó la intervención del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para determinar las causas precisas de los fallecimientos.
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El tercer hermano, un bebé de tan solo 9 meses, también resultó afectado por la inhalación del gas tóxico y se encuentra en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del Hospital Occidente de Kennedy. Su vida pende de un hilo y los médicos están trabajando incansablemente para estabilizar su condición.
Las investigaciones llevadas a cabo por la Secretaría de Salud de Bogotá han revelado detalles perturbadores sobre el incidente. Según los informes, la vivienda de los afectados se encuentra junto a una bodega de almacenamiento de granos que había sido fumigada con un plaguicida hace tres meses. El arrendatario de la bodega admitió que la fumigación se realizó de manera empírica, sin seguir protocolos de aplicación adecuados.
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Las autoridades realizaron una búsqueda exhaustiva en la zona para identificar posibles casos adicionales de intoxicación, pero no se encontraron más afectados en el vecindario. A pesar de ello, fue aplicada una medida sanitaria de seguridad a la bodega de alimentos con el fin de prevenir posibles intoxicaciones futuras. Además, se procedió a la clausura temporal total de la bodega debido al incumplimiento de las normativas vigentes.
Este trágico incidente conmueve a la comunidad y resalta la importancia de seguir estrictamente los protocolos de seguridad y salud en el manejo de plaguicidas y sustancias químicas tóxicas. Las autoridades están comprometidas en esclarecer completamente lo sucedido y tomar medidas para prevenir futuros incidentes similares.
Mientras tanto, la comunidad se encuentra en duelo por la pérdida de estos dos niños, cuyas vidas se apagaron prematuramente en circunstancias tan trágicas. La prioridad ahora es la recuperación del bebé de 9 meses que lucha por su vida en la UCI pediátrica, mientras la ciudad busca respuestas y justicia para esta devastadora tragedia.
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