Contradictorias versiones sobre muerte de reconocido bailarín cartagenero en Portugal

La repentina muerte del bailarín colombiano Dylan Andrés Gamarra Ramora, de 31 años, ha dejado un manto de incertidumbre y dolor entre sus seres queridos. Originario de Cartagena, Dylan se había radicado en Marruecos, donde había forjado una vida como instructor de aeróbicos, modelo y bailarín, tras ser contratado por una cadena hotelera.

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Su disciplina y talento le permitieron ganarse un lugar profesional en ese país del norte de África, desde donde solía ayudar económicamente a su familia en Colombia.

A finales de mayo de 2025, Dylan decidió tomarse unas breves vacaciones en Portugal, acompañado de su pareja sentimental. Lo que prometía ser un viaje de descanso y disfrute, terminó en tragedia en una villa turística conocida como Casa Hotel Tintín.

Allí, según relatan sus familiares, compartía alojamiento con su pareja y otras personas, muchas de las cuales él no conocía, ya que eran amigos del acompañante.

Lo que ha generado mayor conmoción es la variedad de relatos sobre lo sucedido. Existen al menos cuatro versiones diferentes sobre cómo fue hallado el cuerpo de Dylan.

Una afirma que fue encontrado flotando en la piscina después de que su pareja saliera del agua; otra indica que su pareja lo descubrió en el fondo de la piscina tras regresar con bebidas.

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Una tercera versión habla de asistentes utilizando una linterna para encontrarlo sumergido; y la última asegura que fue hallado tendido cerca del borde de la piscina. Estas inconsistencias han generado una profunda inquietud en su familia.

Jorge Gamarra, padre de Dylan y actual escolta de la Unidad Nacional de Protección, ha solicitado públicamente al Gobierno colombiano apoyo para esclarecer lo ocurrido y facilitar el proceso de repatriación del cuerpo. Señala que fue su esposa quien recibió la dolorosa noticia a través de una llamada por Messenger, a las seis de la mañana.

Antes del viaje, padre e hijo hablaron por videollamada. Dylan estaba entusiasmado con sus días de descanso y nunca imaginó que serían los últimos. “Nos dejó muchos sueños inconclusos”, lamenta su padre.

Respecto a la pareja de Dylan, de nacionalidad albanesa, se sabe que acudió a la morgue tras la muerte, pero la familia asegura desconocer su paradero actual o si ha entregado una declaración formal. Este vacío también ha motivado llamados urgentes para que se adelante una investigación exhaustiva.

El consulado colombiano en Lisboa ya fue informado y está en contacto con los familiares para acompañarlos en los trámites. Sin embargo, el dolor y las dudas persisten. La familia Gamarra solo espera que las autoridades internacionales colaboren para aclarar, de una vez por todas, cómo perdió la vida Dylan Andrés.