
Ni los más escépticos se imaginaron que lo que comenzó como un típico mitin político de sábado en la tarde terminaría en caos total. Eran cerca de las 5:30 p. m. del 7 de junio cuando el parque El Golfito, en Modelia, localidad de Fontibón, estaba repleto de familias, adultos mayores, niños y seguidores del senador Miguel Uribe Turbay.
El candidato estaba de pie sobre una canasta, contestando preguntas, cuando todo cambió en cuestión de segundos. Un joven de 15 años, que se había camuflado entre la multitud como si nada, se acercó sin levantar sospechas. Algunos testigos aseguran que incluso habló con una mujer antes de actuar. Todo parecía normal…
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El atacante, con una camiseta verde y jeans, sacó una pistola Glock 9 mm y disparó varias veces a menos de tres metros de distancia del senador. La multitud estalló en gritos. El caos fue inmediato.
Entre todo eso, Miguel Uribe cayó al suelo con la camiseta manchada de sangre y un pañuelo presionando su cabeza.
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Lo que vino después fue una mezcla de reacción instintiva y milagro: su equipo lo levantó, lo metió en un carro oficial y, como por arte de magia, una ambulancia llegó justo a tiempo para seguir el traslado hasta una clínica cercana. Pero antes de que la sangre inundara el rostro del senador, un gesto llamó la atención de todos.

¿Una seña extraña segundos antes del disparo?
Justo antes de ser impactado, Miguel Uribe hizo algo que ahora tiene a muchos hablando en redes sociales. En las grabaciones que circulan, se le ve tocándose varias veces la cabeza, específicamente en el lado donde segundos después recibiría el disparo.
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Lo hizo con insistencia, con el dedo índice de la mano derecha, como si intentara marcar una idea o subrayar algo importante.
Ese gesto ha despertado todo tipo de interpretaciones, desde simples coincidencias hasta lecturas casi místicas. Lo cierto es que, en ese momento exacto, Uribe estaba hablando de un tema que no suele ser protagonista en discursos políticos: la salud mental.
Hablaba de priorizarla en las políticas públicas, de quitarle el estigma, de ponerle recursos. Y al decirlo, llevó el dedo a la sien, con énfasis, como quien quiere decir “esto hay que tomárselo en serio”.
Un segundo después, se escucharon los disparos. El cuerpo del senador se desplomó sobre el asfalto y fue trasladado de urgencia al hospital, donde aún pelea por su vida.
Mientras tanto, la Fiscalía y la Policía siguen reconstruyendo lo que pasó. Se sabe que el atacante fue neutralizado pocas cuadras más allá, sobre la carrera 81B. El menor, herido en una pierna, habría mencionado estar dispuesto a revelar “números”, en aparente alusión a quienes estarían detrás del atentado.
Además del senador, otras tres personas resultaron heridas, entre ellas una mujer de 36 años y un joven de 20. Las autoridades han iniciado varias líneas de investigación, incluyendo una sobre la posible autoría intelectual del hecho.
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#DatoRápido El momento en que disparan contra el candidato opositor Miguel Uribe en Colombia y el joven de 15 años que le disparó. La cirugía resultó exitosa, pero permanece en grave estado https://t.co/LMbvkdT4RX pic.twitter.com/8Z0KDhpuxS
— Memo (@memodiario) June 8, 2025
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