Niño murió devorado por perros en Cali; los desgarradores gritos alertaron a un vecino

Las autoridades en Cali reportaron el lamentable fallecimiento de un menor de edad luego de que fuera atacado brutalmente por una manada de perros de raza catalogada como peligrosa.Según el reporte que se conoce, la víctima es un niño de apenas cinco años quien perdió la vida debido a graves lesiones provocadas por los perros que lo atacaron sin que alguien pudiera socorrerlo.Versiones extraoficiales indican que el menor de edad se encontraba jugando solo en un potrero de la ciudad cuando fue sorprendido por una jauría de perros de raza pitbull que se abalanzaron contra el niño.Los perros, que se encontraban sin bozal y sin correas atacaron ferozmente al menor de edad quien pese a que intentó escapar quedó en medio de los animales.Los gritos desgarradores del niño alertaron a un vecino del sector que llegó hasta le potrero e intentó ahuyentar a los animales para salvarle la vida al pequeño quien terminó entre el pasto con heridas de gravedad.El hombre y otros habitantes de la comunidad trasladaron de urgencia al niño quien fue atendido en una centro asistencial donde, pese a los esfuerzos médicos, perdió la vida debido a la gravedad de las heridas provocadas por mordiscos de los perros. Tras conocer el caso las autoridades iniciaron una investigación para establecer cómo se dieron los hechos, de igual forma indagan por qué el menor de edad se encontraba, presuntamente, completamente solo en un potrero.Asimismo se adelanta una búsqueda por el barrio de los hechos y en los alrededores para ubicar a los perros que ocasionaron la muerte del niño, para ponerlos en custodia ya que estarían representando un peligro para la población y se teme que puedan atacar a alguien más. Sobre este lamentable hecho se pronunció la abuela del niño fallecido pidiendo que se esclarezcan los hechos, al tiempo que cuestionó por qué su nieto estaba solo y dónde se encontraba la mamá del menor mientras él era devorado por perros. Te puede interesar: Hipnosis en La Kalle, más de uno se emberracó