La justicia de Alemania condenó a cadena perpetua a un enfermero de 27 años tras comprobarse queasesinó a dos de sus pacientes e intentó matar a otros seis.
El caso se presentó en Múnich, sur de Alemania, donde trabajaba el profesional de enfermería y quien en su turno estaba a cargo de varios pacientes que se recuperaban de operaciones.
Según la investigación, durante sus turnos el hombre aplicaba cocteles de medicamentos a los enfermos sin prescripción médica, lo cual desencadenaba gravedad en los pacientes y la muerte en dos de ellos.
Las víctimas mortales fueron adultos mayores de 80 y 87 años, que murieron luego de permanecer varios días en estado de coma producto de los medicamentos inyectados.
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Otros seis pacientes tuvieron reacciones similares y se les descubrió la misma medicina en los cuerpos; sin embargo, los médicos alcanzaron a salvarles la vida.
Pese a los extraños casos la situación se descubrió solo cuando un auxiliar de enfermería alertó a la dirección del hospital, luego de que analizara el repentino empeoramiento de los pacientes.
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Los análisis de sangre fueron determinantes para evidenciar sobredosis de medicamentos que estaban recetados para estos enfermos.
El aberrante actuar fue atribuido al enfermero de turno de quien se determinó que atentó contra la vida de sus pacientes por una insólita razón.
Según determinó la justicia, el enfermero habría actuado de esta forma "para estar tranquilo y poder consultar su celular".
De igual forma, según informaron medios internacionales, el hombre condenado solía estar borracho en sus turnos laborales "o con malestar tras haber ingerido alcohol la noche anterior".
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El medio Der Spiegel recolectó una de las versiones que dio el enfermero en audiencias en las que reconoció que "Como estaba borracho, solo tenía una opción: hacerlos callar".
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