La investigación sobre la muerte de Diego Valencia, un niño de 9 años que desapareció el 15 de diciembre en Pereira, continúa avanzando mientras las autoridades intensifican esfuerzos para encontrar al responsable.
El pequeño salió de su casa para preguntar por la programación de las novenas navideñas y nunca regresó. Cuatro días después, su cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición en una zona boscosa de Caimalito, Risaralda.
La noticia ha conmocionado a la comunidad local y a todo el país, mientras las autoridades intensifican las investigaciones para esclarecer lo sucedido.
Revelan imágenes del posible sospechoso
La Fiscalía General de la Nación, en conjunto con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Policía Metropolitana de Pereira, ha obtenido imágenes de cámaras de seguridad en las que se ve a un hombre, cuyo perfil podría corresponder con el del posible autor del crimen.
Según las descripciones, el sujeto es trigueño, de estatura media y delgado y llevaba puesta una gorra, gafas y una bufanda que cubría un tatuaje en su rostro. Las primeras indagaciones sugieren que el hombre podría ser un habitante en condición de calle y las autoridades han redoblado sus esfuerzos para ubicarlo.
Para acelerar la captura del sospechoso, la Alcaldía de Pereira ha ofrecido una recompensa de hasta 30 millones de pesos por información que permita su captura. Las autoridades confían en que esta recompensa incentive a la comunidad a colaborar con datos relevantes que puedan esclarecer el caso.
La imagen del hombre sospechoso ha sido difundida en redes sociales y se espera que la comunidad aporte cualquier detalle que ayude en la investigación.
El caso de Diego Valencia ha causado conmoción
El cadáver de Diego fue identificado el 19 de diciembre mediante huellas dactilares y aunque no presentaba marcas visibles de violencia, el estado avanzado de descomposición ha generado más preguntas sobre las circunstancias de su muerte.
A pesar de que la investigación sigue en curso, las autoridades se han comprometido a resolver el caso y dar con el paradero del responsable.
Mientras tanto, la familia del niño devastada por la tragedia, espera que se haga justicia. El caso ha generado una gran preocupación en la comunidad, especialmente entre los padres de otros niños, que temen por la seguridad de los más pequeños.
La Fiscalía y la Policía siguen trabajando con total reserva en el caso, pero han asegurado que están comprometidos con esclarecer el crimen y capturar al responsable lo más pronto posible. La recompensa ofrecida es una de las herramientas clave para agilizar las investigaciones y garantizar que el culpable rinda cuentas ante la justicia.
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