Su nombre es Jeremy Meeks y la noche de San Valentín desfiló para la firma Philipp Plein, en el marco de la semana de la moda de Nueva York. Fue encarcelado por más de tres años, acusado de porte ilegal de armas y robo; ahora solo ‘roba’ suspiros a sus fans. Su fama llegó cuando estaba preso, una foto de su ficha policial le mostró al mundo sus sensuales e impactantes ojos azules. Considerado como el ‘preso más lindo del mundo’ el calificativo lo llenó de reconocimientos. Un día estás en la cárcel y otro desfilas por pasarelas en Nueva York. "Estoy intentando disfrutarlo todo y es un poco abrumador", dijo Meeks a un medio local. Hoy Jeremy Meeks tiene una vida diferente, una bella esposa y tres hijos, claro... ‘le saca el jugo’ a su belleza.