
A casi tres meses de su reclusión, la situación de Daneidy Barrera Rojas, más conocida como Epa Colombia, comenzó a generar preocupación entre sus seguidores. Incluso hace pocos días se conoció que la empresaria hizo nueva solicitud para que se replantee su condena.
La influenciadora y empresaria de productos capilares cumple una condena de cinco años y dos meses en la cárcel El Buen Pastor, tras ser hallada culpable por actos de vandalismo cometidos durante las protestas sociales de 2019. Desde entonces, su vida ha dado un giro radical.
Fue el pasado 30 de enero de 2025 cuando Daneidy Barrera fue trasladada al centro penitenciario, dejando atrás no solo su exitosa marca de keratinas, sino también a su hija de apenas un año, Daphne Samara, y a su pareja, Karol Samantha Barbosa.
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Precisamente fue esta última quien, a través de las redes sociales oficiales del emprendimiento, decidió compartir la dura realidad que enfrenta la creadora de contenido.
En una emotiva publicación, Karol relató cómo vivió el día del arresto . “Dane salió a trabajar como cualquier otro día y todo cambió en cuestión de minutos. Sentí impotencia al ver cómo se la llevaban” , expresó, asegurando que desde entonces, cada día ha sido una prueba de fortaleza emocional.

Además del golpe anímico que representa estar separada de su familia, Epa Colombia enfrenta serias complicaciones de salud. Según Karol, desde que fue privada de la libertad, Daneidy ha sufrido una considerable pérdida de peso.
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A esto se suma una depresión postparto que venía arrastrando desde el nacimiento de su hija y que, lejos de mejorar, se ha visto agravada por las condiciones dentro del penal. “La alimentación no es buena, y su estado de salud es delicado” , detalló su pareja.
Pese a estas adversidades, Barrera intenta mantenerse activa dentro de la cárcel. Ha redimido más de 50 días de su condena mediante estudio y trabajo, e incluso ha empezado a liderar iniciativas enfocadas en capacitar a otras internas en técnicas de belleza.
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Sin embargo, la ausencia de su hija es el golpe más doloroso. Solo puede verla cada 20 días, lo que ha impactado profundamente su estabilidad emocional.
Karol, quien ahora está al frente de la empresa y de la crianza de su hija, ha sido una figura de fortaleza durante este proceso. En sus palabras, “nadie sabe las cargas de nadie”, destacando la dificultad de enfrentar el juicio social y la incertidumbre sobre el futuro de su familia.
Mientras tanto, los seguidores de Epa Colombia se mantienen atentos a las actualizaciones sobre su salud y posible evolución judicial, con la esperanza de que pronto pueda reencontrarse con su hija y recuperar su libertad
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