En una sincera conversación con el programa Vallenatos con Alí, el reconocido cantautor Miguel Morales, uno de los pilares del vallenato romántico, abrió su corazón para contar por qué, en sus comienzos, no respaldó la decisión de su hijo Kaleth Morales de dedicarse a la música, y qué evento marcó un antes y un después en su postura como padre.
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“Muchos pensaron que yo era egoísta, que no quería que mi hijo sobresaliera”, explicó Morales durante la entrevista. “Pero lo cierto es que yo soñaba con tener un abogado, un médico y un arquitecto en casa.
Ya conocía el mundo de la música y no era el destino que quería para ellos”. Pese a haber notado desde temprano el talento de Kaleth —especialmente cuando sus hijos participaron en el coro de la canción Eva Sandrith— Morales decidió no impulsarlo de inmediato en el mundo artístico.
El artista, oriundo de Valledupar y fundador del legendario grupo Los Diablitos junto a Omar Geles, relató cómo enfrentó el ascenso vertiginoso de Kaleth. Un episodio clave fue durante un viaje desde los Estados Unidos, cuando aterrizó en Cartagena y abordó un taxi.
En la radio sonaba Te veo y te pienso. “Le pedí al taxista que cambiara esa música, y me respondió que era Kaleth Morales, el hijo de Miguel Morales, el que estudiaba Medicina”, recordó.
La sorpresa y la resistencia inicial dieron paso a la reflexión cuando escuchó repetidamente las canciones de su hijo en distintas emisoras.
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“Un día lo vi en bata blanca, y le pregunté qué estaba haciendo con su vida. Él me contestó con ese humor tan de él: ‘Papi, cógela suave… Yo no voy a cantar como tú, ni voy a componer como tú. Yo voy a marcar y a hacer historia en el vallenato’”.
Ese carácter determinado fue lo que, con el tiempo, terminó por convencerlo. “Cuando supe que Kaleth había tocado un día antes que yo en una feria y que al empresario le había ido mejor con él, algo dentro de mí cambió”, confesó.
“Escucharlo sonar por todo el país fue el momento en que entendí que no podía cortarle las alas a mis hijos”.
La relación entre ambos no estuvo exenta de tensiones, y Morales ha sido franco en asumir sus errores del pasado. En una entrevista previa con el periodista Jairo Ramos, el cantante aceptó haber sido distante con sus hijos y reconoció cómo la fama, el dinero y las mujeres lo alejaron de su familia.
“Yo fui muy mujeriego. Hice sufrir mucho a mi esposa y eso lo vivieron mis hijos. No les di el afecto que merecían”, admitió conmovido.
La muerte de Kaleth, en 2005, supuso un quiebre definitivo en su vida. “Sentí que se fue como resentido, por falta de amor. Siempre fui autoritario. Era lo que yo dijera”, expresó entre lágrimas. Esa pérdida, asegura, le dio un nuevo rumbo a su existencia.
Hoy, Miguel Morales dice ser un hombre distinto, completamente entregado a su familia. “Yo le pedí tanto a Dios… Hoy, todo lo que hago lo consulto con mis hijos y mi esposa. Estoy con ellos en todo. A las siete de la noche, estoy viendo películas y haciendo crispeta con mi esposa. Eso es lo que me llena”.
Finalmente, al ser consultado por el mensaje que le enviaría a Kaleth al cielo, escribió en una hoja una sencilla frase que lo resume todo: “Que lo amo cada día más”.
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