Gilberto Rodriguez Orejuela fue considerado uno de los hombres más poderosos y peligrosos del cartel de narcotráfico de Cali. Este viernes su cuerpo finalmente llegó a la ciudad, donde deseaba morir, sin embargo, su deseo no se hizo realidad puesto que todos los intentos que llevaron a cabo su familia, para que le rebajaran su pena, fueron fallidos.
El capo fue extraditado a Estados Unidos en el año 2004. Ahí debía cumplir con una pena de 30 años de cárcel, de los cuales alcanzó a vivir 18. Durante ese transcurso su salud sufrió varios quebrantos ya que padeció de hipertensión, diabetes, depresión y cáncer de próstata.
Sin embargo ninguno de esos fue el que le ocasionó la muerte. A Gilberto Rodríguez, lo visitó en su celda la muerte el 31 de Mayo, del año en curso. El motivo fue un cáncer que se alojó en su cerebro.
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A través de una ceremonia silenciosa, sencilla, a la que sólo las personas más cercanas a la familia acudieron, sus seres más allegados se despidieron por última vez del hombre de 82 años, que pese a todo su currículum, siempre trato de evitar que los suyos se metieran en el escabroso negocio del cual él y su hermano hicieron parte.
La misa estuvo a cargo de los sacerdotes Óscar y Bernardo, y e n medio de la ceremonia una de sus hijas realizó una intervención, leyendo la carta que envió su hermano Miguel, quien a través de ella le agradeció por haber sido un excelente hermano, padre, guía y una protección para toda la familia.
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