
Frisby España puso en pausa su programa de franquicias, pero lejos de ser un retroceso, todo indica que se trata de una jugada estratégica para dar un paso más grande: la expansión por Europa.
La famosa marca de pollo frito, con origen colombiano, está ajustando su plan de ataque mientras termina de aclarar el terreno legal relacionado con el uso del nombre Frisby.
Hasta hace poco, la compañía española había abierto convocatorias para que emprendedores en diferentes regiones del país se sumaran como socios franquiciados. Las solicitudes llovieron, y la expectativa era alta. Sin embargo, la empresa sorprendió al anunciar la suspensión temporal de las nuevas adhesiones al programa.
El motivo: están terminando de resolver detalles legales sobre la titularidad de la marca, un proceso que se remonta a una jugada clave en el registro de propiedad en la Unión Europea.
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Según comunicaron, esta pausa es una medida preventiva que busca proteger tanto a los nuevos socios como la imagen de la marca en territorio español. A pesar de la interrupción, dejaron claro que siguen comprometidos con la expansión nacional y que el interés recibido ha sido masivo. En otras palabras, el pollo sigue en el horno… pero se está cocinando para algo más grande.

¿Por qué empezó el problema legal?
Y es que el punto clave de esta historia viene desde los registros. Frisby S.A. BIC, la empresa colombiana, tenía la marca inscrita en la Unión Europea desde 2005, pero con el paso del tiempo no presentó pruebas de uso suficiente o no renovó de manera efectiva el registro.
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Esta situación fue aprovechada por los empresarios españoles, que el 7 de diciembre de 2024 solicitaron oficialmente la anulación de la marca por "falta de uso".
El detalle está en que, durante los tres meses reglamentarios para presentar oposición a dicha solicitud, nadie respondió desde Colombia. Ese silencio jurídico fue determinante: con el camino libre, Frisby España logró registrar la marca a su nombre y empezó a operar bajo esa identidad sin trabas legales inmediatas.
Ahora, mientras se termina de clarificar todo el marco legal, la empresa está ajustando su estrategia para ir más allá del mercado español. Con la marca ya en sus manos y el reconocimiento ganado entre los fanáticos del pollo frito, Frisby España se alista para ir por más territorios en Europa. La pausa en las franquicias no es un freno, sino una preparación para el siguiente nivel.
La expectativa es alta y los planes ya están sobre la mesa. Aunque por ahora no se están recibiendo nuevas solicitudes para franquiciados, la empresa dejó la puerta abierta para retomar el programa una vez se resuelva por completo la situación legal. Y si todo marcha como planean, pronto podría haber locales Frisby en más países europeos, llevando ese sabor tan conocido a nuevos paladares.
Por ahora, solo queda una cosa clara: Frisby España no baja los brazos. Más bien, se está preparando para levantar vuelo y dejar huella en Europa, pollo frito en mano.
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Puedes ver | ‘We are the chicken’, la canción para defender a Frisby y a los colombianos ante España
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