La muerte de un hijo es algo que jamás nunca nadie quisiera tener que soportar, hay quienes incluso llegan a decir que si su hijo llegara a faltar prefieren morir pues ya la vida no tendría ningún sentido, pues esto, literalmente, fue lo que le ocurrió a una mujer de 32 años ciudadana de Lituania y residente en Inglaterra tras perder a su bebé de cinco meses.
La mujer, identificada como Viktorija Mardosiene, según el reporte médico sufrió un paro cardiaco producto del impacto que le produjo la noticia. Y es que según reportan los medios de ese país solo habían transcurrido 14 horas desde que había muerto su pequeño hijo llamado Kevin Deguitas, por lo que se cree que fue una tragedia de colecho, luego de que los encargados del servicio de emergencias anunciaran que el bebé no respiraba y se había enfriado. Inicialmente, los equipos de ambulancia lucharon para salvar al menor y lo llevaron a un hospital en Newcastle, pero allí fue declarado muerto.
Según reporta el medio Excelsior de México “No hubo lesiones internas o externas significativas. Su peso corporal era promedio y la circunferencia de su cabeza era pequeña, relativamente, y la longitud de su cuerpo era larga para su edad. No había un patrón anormal de crecimiento y estaba adecuadamente alimentado. Sus órganos internos estaban dispuestos normalmente y no había anomalías metabólicas. No hubo ningún hallazgo significativo, Lo que nos queda es un bebé que murió durmiendo con uno de sus padres, dijo el Dr. Roger Malcomson, quien fungió como pediatra consultor”
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Horas después de este terrible hecho la madre del pequeño acudió a una unidad de salud mental de la zona donde le manifestó al personal que estaba desconsolada por su fallecimiento. Mientras estaba allí internada, Mardosiene sufrió un paro cardíaco y acto seguido murió en el mismo hospital que su hijo.
Según lo publicado en el mencionado medio el reporte médico resaltó que “La recibió el subdirector de la sala y tuvo períodos en los que estaba angustiada y lloraba incontrolablemente. Ella colapsó en el hospital y se le hizo reanimación. Los paramédicos llegaron a las 15:05 horas y la llevaron a Royal Stoke con sospecha de un paro cardíaco. No había tenido contacto previo con los servicios de salud mental. Le dieron diazepam antes de su muerte. La dosis fue la cantidad apropiada y segura dada".
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