Golpe para dueños de vivienda: ley le daría más poder a los inquilinos, ¿pueden adueñarse?
Una nueva ley sobre arriendos está cambiando las reglas del juego entre propietarios e inquilinos. Descubre cuáles son las novedades y qué implican para los contratos de vivienda.
La reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos en España llega con un cambio que no deja indiferente a nadie: los inquilinos podrán seguir en la vivienda aunque el propietario no quiera renovar el contrato. Una noticia que ya genera polémica en el mercado inmobiliario y que marca un nuevo capítulo en la llamada ley de alquileres en España.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2024 el 20,4 % de los hogares en el país vivía en arriendo, cifra que creció frente al año anterior. El problema es más evidente en regiones altamente demandadas como Baleares, donde el 30,9 % de los hogares paga renta; Cataluña, con 27,9 %; y Madrid, con 27,1 %. El fenómeno también golpea las zonas turísticas, donde la fuerte presencia de alquiler temporal y turístico redujo la oferta y disparó los precios.
Frente a este escenario, el Gobierno español decidió mover fichas y reforzar la Ley de Vivienda con un propósito claro: dar estabilidad a los arrendatarios y frenar la volatilidad que sufren quienes dependen de un contrato de alquiler para vivir.
Los inquilinos podrán quedarse en la vivienda aunque el dueño no quiera renovar
El artículo 10 de la Ley de Arrendamientos Urbanos ya contemplaba prórrogas automáticas desde marzo de 2019, pero ahora el alcance será mayor. Los contratos se renovarán de manera obligatoria cuando tengan una duración inferior a:
5 años, si el arrendador es una persona física.
7 años, si el arrendador es una persona jurídica.
Es decir, si el inquilino cumple con los pagos y respeta las condiciones firmadas, podrá quedarse en la vivienda hasta que ese plazo se cumpla, aun cuando el propietario prefiera no renovar.
De esta forma, la reforma refuerza el derecho de permanencia del inquilino, limitando la posibilidad de que el arrendador decida romper unilateralmente el acuerdo. Según el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, “esta normativa garantiza estabilidad y frena la rotación constante de viviendas en alquiler”.
Imagen de referencia de apartamentos en arriendo en sectores estrato 4 en Bogotá
/Foto: Getty Images
¿Qué dicen los propietarios?
La medida fue recibida con aplausos por quienes arriendan, pero no cayó bien en el otro lado. Las asociaciones de propietarios consideran que la ley limita su libertad para decidir sobre sus bienes. Para ellos, la nueva norma bloquea opciones como vender la vivienda o subir la renta cuando el mercado lo permita.
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La Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler (ASVAL) asegura que la consecuencia inmediata será una reducción de la oferta. Muchos dueños preferirán poner sus pisos en alquiler de corta duración o incluso sacarlos del mercado. Esto, en la práctica, podría intensificar la escasez de vivienda en arriendo de larga duración.
“Esta ley podría reducir el número de pisos disponibles. Si los propietarios no se sienten respaldados, retirarán viviendas del mercado”, indicaron desde ASVAL.
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