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Joven adquirió bacteria come carne por una inyección contra la gripa en una droguería

Un procedimiento rutinario en una droguería de Bucaramanga tuvo un desenlace inesperado cuando un joven falleció a causa de una infección provocada por una inyección para la gripe.

Inyección, imagen de referencia
Inyección, imagen de referencia
Foto: Getty Images

Lo que comenzó como una simple búsqueda de alivio para los síntomas de una gripe terminó en una tragedia. Brayan Ojeda, un joven de 33 años y ayudante de construcción, falleció en Bucaramanga, Santander, l uego de recibir una inyección en una droguería.

Su madre, Yamile Ferreira, había acudido previamente a un establecimiento similar donde le administraron un "matrimonio", combinación de medicamentos popularmente utilizada para tratar afecciones respiratorias. Al notar mejoría, sugirió a su hijo hacer lo mismo.

El 22 de mayo, Brayan fue a una farmacia diferente, ya que la primera estaba cerrada, y le aplicaron la inyección. Dos días después, lejos de sentirse mejor, comenzó a experimentar un dolor intenso en la pierna donde le habían administrado el medicamento.

A pesar del malestar, intentó continuar con su rutina laboral , pero el dolor se volvió insoportable. Sus compañeros lo llevaron en brazos hasta su hogar, y posteriormente su familia lo trasladó a la Clínica Chicamocha.

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Una vez en el centro médico, los especialistas diagnosticaron una infección por una bacteria "come carne". La gravedad de la situación requirió una cirugía urgente para remover el tejido necrosado.

Sin embargo, la infección avanzó rápidamente, obligando a los médicos a amputarle la pierna. A pesar de los esfuerzos del equipo de salud, Brayan falleció en la madrugada del 24 de mayo de 2022, apenas cuatro días después de recibir la inyección.

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Según el informe de Medicina Legal, la causa de muerte fue una "Fascitis necrosante fulminante y síndrome de shock tóxico tras inyección intramuscular en el glúteo".

El caso de Brayan no es un hecho aislado. En abril, una cadena de WhatsApp alertó sobre la presunta muerte de una persona en Barranquilla tras inyectarse diclofenaco.

La información se viralizó rápidamente, lo que llevó al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima ) y a la Secretaría Distrital de Salud a realizar una investigación.

Si bien el Invima desmintó la existencia de un lote contaminado de diclofenaco, l a entidad advirtió que el mal uso de medicamentos como la dexametasona podría generar efectos adversos graves.

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Otro caso impactante ocurrió en Valledupar en noviembre de 2024 . Celeste, una bebé de 14 meses, fue llevada a la droguería Malecón No. 2 por sus padres debido a síntomas gripales.

Según su madre, una empleada del lugar recomendó una inyección para aliviar la congestión nasal de la pequeña. Sin embargo, minutos después de recibir la dosis, Celeste se desmayó. Su familia la llevó de urgencia al Hospital Nevada, pero al llegar, la niña ya había fallecido.

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Riesgos de la automedicación y la aplicación indiscriminada de inyecciones

Estos casos evidencian los peligros del uso inadecuado de medicamentos y la falta de regulación en la administración de inyecciones en droguerías. Especialistas advierten que la combinación de ciertos fármacos puede generar reacciones adversas graves, incluyendo infecciones severas y reacciones anafilácticas.

Además , la aplicación de inyecciones sin las condiciones adecuadas de asepsia aumenta el riesgo de infecciones bacterianas peligrosas, como la fascitis necrosante.

Las autoridades de salud insisten en la importancia de acudir a profesionales médicos para cualquier tratamiento y evitar la automedicación. Asimismo, exhortan a las droguerías a limitar la administración de inyecciones sin prescripción médica y a garantizar condiciones de higiene estrictas en su aplicación.

Mira también: Así fue como Javier Acosta adquirió una bacteria letal en una piscina

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