
En un lamentable hecho ocurrido en Argentina, Giovana Sosa, de 20 años, perdió la vida a manos de Nicolás Tiziano Fiz, su novio de un año.
El caso se produjo en un motel, un lugar aparentemente común para los jóvenes, pero que en este caso se convirtió en el escenario de una tragedia. El presunto agresor, tras cometer el acto, huyó del lugar y se refugió en su casa, donde fue detenido por las autoridades.
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La versión de los hechos brindada por Fiz al momento de su arresto dejó atónitos a quienes conocieron la historia. Según relatan los periodistas que cubrieron el caso, el joven de 20 años, conocido en su barrio por su comportamiento errático y por andar con un revólver a la cintura, justificó su acción de manera sorprendente y controversial.
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“Ella me pidió que le ponga el revólver en la boca. Y como yo no sabía si tenía balas, disparé sin darme cuenta”, fueron sus palabras al ser capturado por la Policía.
La joven ya había denunciado violencia en la relación
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Al parecer, la relación entre Giovana y Nicolás no era sencilla. A pesar de que desde fuera no se percibían grandes altercados entre ellos, la familia de la joven reveló que había señales de violencia previa.
Un familiar cercano mencionó que Giovana había sufrido agresiones físicas por parte de Nicolás, lo que la llevó incluso a ser hospitalizada.
Según la versión de la familia, ella había presentado una denuncia formal después de ser golpeada, y había estado internada por un par de días debido a la gravedad de los golpes. Sin embargo, a pesar de esta situación, Giovana decidió reanudar la relación, lo que ha desconcertado a muchos, incluida su familia, que no comprendía cómo después de semejante agresión, ella había accedido a retomar el vínculo con su agresor.
La familia de la víctima, al parecer, había intentado alertar a la joven sobre la peligrosidad de su novio, pero, como sucede en muchos casos, el ciclo de violencia se repitió, lo que terminó en el fallecimiento de la joven.
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