
El caso que mantiene en vilo a la opinión pública dio un nuevo giro. La audiencia contra el menor de edad señalado de dispararle al senador Miguel Uribe Turbayfue filtrada, revelando detalles que no estaban al alcance del público.
La diligencia, que se llevó a cabo de manera virtual por seguridad y por tratarse de un menor de edad, mostró un panorama inquietante sobre el entorno del joven.
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El acusado, según se filtró, permanecía acostado en una cama de la Clínica Colombia mientras la Fiscalía adelantaba la imputación de cargos por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas.
La fiscal del caso, la defensa y la jueza se conectaron desde distintos puntos de la ciudad para garantizar la realización de la audiencia.
Durante la exposición de la Fiscalía, se relataron los hechos que vinculan al menor con el atentado contra el senador el pasado 7 de junio. Al concluir la imputación, la jueza dio paso a las partes para aclaraciones. La única intervención directa del joven fue corta y contundente.
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Ante la pregunta de si aceptaba su responsabilidad, respondió: “No acepto los cargos”. Esa fue la única frase que pronunció durante toda la diligencia.
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Hasta ese momento, la audiencia se había desarrollado como cualquier otro proceso judicial. Sin embargo, lo más delicado vendría después, cuando una funcionaria del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) tomó la palabra.

La intervención del ICBF y el perfil del menor
La jueza dio paso al ICBF para presentar el perfil psicosocial y los antecedentes familiares del menor. Fue ahí cuando el ambiente de la audiencia cambió de tono.
La delegada del Instituto leyó un informe detallado sobre el historial del joven, dejando claro que no era la primera vez que su nombre aparecía en los registros de la entidad.
El menor tiene al menos cinco anotaciones previas en el ICBF, relacionadas con violencia intrafamiliar, episodios de abandono y comportamientos agresivos en diferentes entornos. Lo más alarmante fue el relato de situaciones de maltrato por parte de su entorno familiar cercano.
“Con la tía del adolescente, indicando que el progenitor le pega puños, patadas, le dice groserías y lo regaña. Le dice: ‘Lo voy a romper’. Que si tiene que pagarlo, lo paga, lo trata a los madrazos y la situación presentando bastante tiempo”, fue una de las frases que leyó la funcionaria, dejando claro el contexto de violencia al que estuvo expuesto el joven durante años.
SEMANA fue la revista que tuvo acceso exclusivo a los detalles de esta audiencia reservada, en la que la Fiscalía solicitó una medida de internamiento para el menor mientras avanza el proceso judicial.
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