En un impactante anuncio realizado este lunes, el magnate empresario Elon Musk reveló que su empresa Neuralink ha alcanzado un hito significativo al implantar con éxito uno de sus chips cerebrales en un ser humano . La noticia ha generado un amplio debate sobre las implicaciones médicas, éticas y sociales de esta avanzada tecnología.
Según Musk, el procedimiento fue exitoso , y se ha detectado una actividad cerebral "prometedora" en el paciente. El fundador de Tesla y SpaceX destacó que el individuo se encuentra en proceso de recuperación satisfactoria. Aunque la noticia ha generado entusiasmo, expertos como la profesora Anne Vanhoestenberghe del King’s College de Londres advierten sobre la necesidad de evaluar el "éxito verdadero" a largo plazo y sugieren que Musk tiene habilidades destacadas para generar publicidad para su empresa.
En declaraciones posteriores, Musk reveló que el primer producto de Neuralink se llamará 'Telepathy' . Este dispositivo, según el visionario empresario, estará destinado inicialmente a personas que han perdido el control de sus extremidades, ofreciéndoles la posibilidad de comunicarse de manera más eficiente.
El procedimiento innovador implica la implantación de un diminuto chip sellado herméticamente directamente en el cerebro del paciente, conectado a 1.024 electrodos diminutos. Estos electrodos, más delgados que un cabello humano, están diseñados para establecer una interfaz con una computadora externa , permitiendo el envío y recepción de señales . La batería del chip se puede recargar de forma inalámbrica.
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Sin embargo, la noticia también ha provocado preocupaciones sobre los riesgos físicos a corto plazo , las implicaciones médicas a largo plazo y las cuestiones éticas asociadas con la tecnología. Cualquier cirugía cerebral conlleva riesgos, y el hecho de que Neuralink haya estado involucrada en ensayos que resultaron en la muerte de aproximadamente 1,500 animales plantea preguntas sobre la seguridad y los posibles impactos ambientales.
A pesar de las preocupaciones éticas y ambientales, la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos para realizar ensayos en humanos sugiere que Neuralink ha superado algunos de sus obstáculos regulatorios. No obstante, la incertidumbre en torno a las consecuencias a largo plazo de tener un dispositivo de este tipo funcionando en el cerebro, un órgano complejo del cual aún se desconoce mucho, persiste.
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