Jake es un perrito border collie que fue encontrado casi muerto por un hombre debajo de una montaña de rocas. El animal perdió un ojito y sufrió graves fracturas, según informó Daily Star.
Un grupo de excursionistas en Escocia se percató que debajo de una montaña de enormes rocas había algo extraño, por lo que decidieron moverlas y allí se dieron cuenta de que se trataba de un perrito.
De acuerdo con el medio, los hombres pensaban que al animalito estaba muerto, pues la cantidad de heridas eran alarmantes. Sin embargo, llamaron a los activistas de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (SPCA) para que ellos lo revisaran y confirmaran lo que pensaban.
No obstante, los animalistas vieron que Jack aún tenía signos vitales, por lo que fue trasladado inmediatamente a una veterinaria.
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“Su cabeza estaba tan hinchada de una manera terrible. No pensamos que lo lograría. Estaba en un estado comatoso cuando llegamos al veterinario. Milagrosamente, Jake sobrevivió a la noche. Fue solo cuando lo transfirieron a nuestra clínica veterinaria de Glasgow que descubrimos lo mal que estaba en realidad“, dijo Yvonne Sloss, inspectora de SPCA.
De acuerdo con la funcionaria, este es uno de los peores casos de violencia animal que ha visto.
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“Este fue realmente uno de los peores casos que he experimentado. Cuando vi a Jake por primera vez sentí conmoción, tristeza e incredulidad de que alguien le hubiera hecho esto deliberadamente“, agregó.
Sin embargo, a pesar de que su proceso de recuperación fue duro, ya que tenía múltiples fracturas, además de que perdió un ojito y parte de su dentadura, logró sobrevivir.
Y para alegría de todos, después de 6 semanas de rehabilitación logró ser adoptado. De hecho, fue uno de los inspectores quien lo rescató que le abrió las puertas de su hogar y su familia.
Mark Greener continuó dándole los debidos tratamientos para que el animalito se recuperara por completo.
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“Cuando Jake llegó a casa conmigo, todavía estaba increíblemente frágil. Sus fracturas no se habían curado por completo y no podía cerrar la mandíbula. Jake requirió atención especializada y le tomó tiempo recuperarse y realmente sanar”, dijo Mark.
Asimismo, le dio tratamiento psicológico, además de mucho amor para que supere esa difícil y espantosa vivencia.
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“Estoy seguro de que su experiencia aún permanece con él y siempre lo estará, pero ahora que está conmigo, estamos haciendo todo lo posible para convertirlo en un recuerdo lejano”, expresó.
Finalmente, Mark agradeció a todos aquellos excursionistas que se percataron del perrito y llamaron en su auxilio, pues así pudieron rescatarlo y hoy tiene un maravilloso amigo que ama como a uno más de los miembros de su familia.
“Siempre estamos afuera y a Jake le encanta jugar. Realmente no podría imaginar la vida sin él ahora. Estoy muy agradecido con los transeúntes que encontraron a Jake. Sin ellos, es posible que no hubiera sobrevivido ese día”, puntualizó.
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