Carolina Cruz es una de las presentadoras más bellas y conocidas de la farándula colombiana, ha participado en innumerables producciones y su carisma es elogiado por cientos de colombianos que siguen su carrera. Actualmente, hace parte del elenco de Día a Día y allí ha sabido mantener su profesión y su vida con armonía, en compañía de su hijo.
Aunque para muchos la vida de los famosos es color de rosa, no hay nada más equivocado en la realidad , pues ellos también tienen problemas como cualquier otra persona , ya sea de tipo económico, laboral e incluso en el amor . Pues bien, la presentadora no ha tenido reparo en hablar de su vida privada, aunque sin dar muchos detalles.
Incluso hace poco reveló una difícil situación que vivió cuando una seguidora se obsesionó y la acoso durante un buen tiempo, haciéndola sentir pánico e inseguridad de salir a la calle , las cosas casi se salen de control y eso la afecto demasiado, sin contar que no hace mucho su relación con el padre de su hijo , el también actor Lincoln Palomeque , se acabó, abriéndole paso a un nuevo amor.
Pues bien, lo que llamó realmente la atención respecto a la presentadora , fue una revelación sobre una de las peores tusas a las que se ha enfrentado, cuando consolidaba su carrera en los medios de comunicación, con tan solo 23 años. De acuerdo con Carolina, ella tenía un novio al que quería mucho , era tanta la seriedad de la relación que ella, a pesar de no vivir con él , sí dormía todos los días en su apartamento.
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“Me iba para allá y no vivía con él, pero dormía todos los días con él , en ese momento yo hacía un programa por las mañanas y yo tenía que llegar al canal a las 4:30 am todos los días. Yo estaba tan enamorada que no me importaba , además tenía 23 años y a los 23 años uno puede con todo”, indicó la presentadora.
Lastimosamente, al notarlo raro, lo llamó y escuchó la voz de otra mujer, con un sexto sentido que asegura tener, fue a verlo y dice que con su rostro apenado le dijo todo, pero lo peor fue que al entrar al baño, se daría cuenta del engaño de la peor manera posible : "Empecé a hiperventilar (…) Me dio por coger un papel higiénico que estaba como en origami y adivinen qué era un condón recién utilizado. Yo quería meterme en la taza, soltarme y no volver nunca más . No quería salir de ese baño. Yo me iba a morir".
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