Rachelle Friedman Chapman, de 35 años, quedó en silla de ruedas el día de su despedida de soltera ya que una amiga, 'sin intención', la empujó a una piscina sin agua.
Once años después y gracias al amor incondicional de su esposo, renovaron votos y aseguran que "buscan romper los estereotipos".
Según lo acontecido, Rachelle Chapman se encontraba con amigas en su despedida de soltera, una de ellas por jugarle una 'broma', la empujó y la cabeza de Rachelle golpeó el fondo de la piscina.
Richard Chapman, esposo de la víctima, tuvo que tomar la decisión de aplazar su boda . Él fue su luz durante su proceso, estuvo con ella en todos los procedimientos médicos y de rehabilitación tras perder la movilidad de sus piernas y tener que usar silla de ruedas.
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Nada detuvo a Rachelle: “Mi cuerpo y mi estado mental son mucho más fuertes. Mis brazos son más grandes, me veo más saludable. Ahora conduzco y me levanto de la cama por mi cuenta“ , además, pudo convertirse en mamá gracias a que una amiga le prestará su vientre para poder tener a su pequeña llamada Kaylee, quien tiene 6 años.
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Hoy once años luego del accidente, Rachelle y su esposo renovaron sus votos matrimoniales, en señal del compañerismo que han desarrollado a lo largo del tiempo como pareja . A su hija también le obsequiaron un anillo, demostrando la unión como familia.
"Cuando nos casamos por primera vez, queríamos mostrarle al mundo que el verdadero amor existía. Hicimos esto para celebrar nuestro amor 10 años después de que mucha gente dudara de que pudiera durar para siempre“ , expresó Rachelle Chapman.
Hoy día se preocupan de seguir criando a su hija y poder seguir estando juntos. “Pondría nuestro matrimonio en contra de cualquier otra persona. La vida ha sido dura, pero el matrimonio no. Eso es lo que nos mantiene unidos“ , concluyó el esposo de Rachelle.
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