Madonna, Rihanna y Amal Clooney despertaron el lunes gritos de admiración en la célebre gala del Museo Metropolitano, que reúne cada año a la crema y nata de la élite neoyorquina y a las mayores estrellas de la moda, el cine, la música y la televisión estadounidenses.
Cada año la gala se inspira en una exposición paralela en el Met, y este año el tema escogido fue la relación entre la moda y el imaginario católico.
Te puede interesar: ¡Nos hicieron chillar! Jurados de La Voz le cantaron a sus MAMÁS
Hubo vestidos con pedrería bordada como vitrales, mitras papales, halos angelicales y coronas virginales en las cabezas, alas de ángel -como las de dos metros que la cantante Katy Perry llevó sobre su minivestido dorado de Versace-, vestidos-armaduras a la Juana de Arco como el de la modelo Zendaya , mucho blanco, negro, dorado y púrpura cardenal. Y cruces por doquier, claro.
Publicidad
Madonna, la exrebelde de 59 años cuya canción "Like a Virgin" de 1989 se tornó en un clásico, era quizás la invitada más esperada.
Entró de la mano de Jean-Paul Gaultier y llevaba el pelo en dos trenzas, con una corona de cruces, espléndida en una de sus creaciones, un gran vestido negro con transparencias que formaban una cruz en su torso, con un ramo de rosas totalmente negras y un velo calado sobre el rostro.
Publicidad