Kailyn Griffin es una enérgica niña de cinco años que preocupó gravemente a su madre cuando, hace unos días, intentó ponerse en pie y se derrumbó.
La niña, quien reside con su familia en Mississippi, intentaba levantarse, pero no lo lograba, incluso se le dificultaba hablar. Ante los síntomas, su madre la ayudó a moverse y cuando le peinó el cabello encontró a una garrapata incrustada en su cabeza.
El acaro estaba bebiendo la sangre de la niña y era la causa de su parálisis. Así se lo informaron los médicos que atendieron de urgencias a Kailyn.
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“¡Después de un montón de análisis de sangre y una tomografía computarizada de la cabeza la han diagnosticado con una parálisis de garrapata! ¡Por favor, por el amor de Dios, revisen a sus hijos por garrapatas! ¡Es más común en niños que en adultos!”, expresó la mujer a través de su cuenta de Facebook.
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El ataque de una garrapata puede generar adormecimiento en las extremidades inferiores y superiores, como también en los músculos de la cara, incluida la lengua.
Por fortuna, la pequeña fue atendida a tiempo y en poco tiempo recuperó su buena salud.
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