Un empleado del criadero de ostras de Talmont-Saint-Hilaire, en la costa atlántica de Francia, encontró un gigantesco ejemplar de 1,440 kilogramos y 25 centímetros de longitud, al que bautizó "Georgette" en homenaje a otra trabajadora.
"Estaba trabajando en el canal de navegación cuando sentí algo en el pie. Lo recuperé y era esta ostra enorme", explicó a la AFP Mathiew Naslin, que encontró el molusco el pasado 2 de agosto. La ostra, que tendría entre 13 y 15 años, fue devuelta posteriormente al agua.
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"Una ostra normal crece unos tres centímetros al año y se queda tres años en el agua. Pero está probado que puede vivir entre 35 y 50 años. Estimamos la edad por las estrías de la concha", explicó el ostricultor.
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El abril otro ejemplar de 1,3 kilos y 27 centímetros de longitud fue hallado en un criadero cercano. "Es extremadamente raro", explicó Naslin. "No dudo que en plena altamar haya otras [de este tamaño], pero en nuestros criaderos es inesperado", añadió.
El molusco fue llamado Georgette en honor a una empleada que se jubiló la semana antes del hallazgo, y que era "un poco la matriarca de la empresa", justificó.
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Georgette es comestible, pero el objetivo del criadero es "conservarla viva y por qué no, hacer que engorde aún más. Es un trofeo". El empleado admitió que muchas personas se habían ofrecido a comprarla, pero "no la venderíamos ni por 30.000 euros".
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