
En Valledupar se armó el escándalo. Durante la tan esperada "caminata silvestrista", donde miles de seguidores se lanzaron a las calles a rendirle homenaje al ídolo del vallenato, Silvestre Dangond, lo que debía ser una jornada de fiesta terminó en un agarrón de pelos que hoy recorre las redes como pólvora.
El hecho se vivió en plena vía pública, justo cuando Silvestre subió a la tarima improvisada y empezó con sus saludos característicos. Como es costumbre, el artista lanzó besos al aire, provocando gritos, lágrimas y empujones entre las asistentes.
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Pero nadie imaginó que un gesto tan habitual terminaría encendiendo una riña entre dos mujeres, todo por el mismo beso que ninguna estaba dispuesta a dejar pasar.
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Ambas se encontraban muy cerca de la tarima, justo en la primera fila de fanáticas. Una de ellas, convencida de que ese beso lanzado iba directo para ella, no dudó en dar un empujón para quedarse con la “gloria simbólica” del momento.
Pero la otra no se dejó y lo que vino después fue una escena digna de cualquier novela vallenata: gritos, jalones y una lluvia de manotazos mientras la multitud intentaba separarlas.
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El video, que ya es viral en TikTok, Instagram y WhatsApp, muestra cómo la euforia silvestrista se convirtió en campo de batalla. Varias personas intentaron intervenir, pero la pelea ya estaba desatada.
Ni los agentes de Policía pudieron separarlas de inmediato. Las mujeres se aferraron una a la otra con fuerza, y los gritos opacaban incluso la música de fondo que seguía sonando como si nada.
Aunque se ve a los uniformados acercándose, el video corta justo cuando aún siguen forcejeando. Nadie sabe con exactitud cómo terminó todo ni si alguna fue detenida o retirada del evento. Lo cierto es que el “beso de la discordia” ya se convirtió en leyenda silvestrista.
Mientras tanto, Silvestre, desde la tarima, parecía no haberse percatado de lo que estaba ocurriendo justo abajo. Siguió con su show, mandando más besos al aire y levantando las manos, avivando aún más el entusiasmo del público que, entre emoción y alboroto, ya no sabía si seguir cantando o seguir grabando.