Louise Warneford es una mujer que se hizo viral por su increíble perseverancia y fuerza, pues tras haber perdido a 18 bebés, logró tener a su primer hijo a los 49 , luego de 16 años intentando ser madre, según informó el diario Today .
De acuerdo con el medio, Louise siempre deseo ser madre, sin embargo, por culpa del exceso de unas células llamadas NK que creen que era portadora de cáncer o un virus, tuvo 18 abortos involuntarios .
“Las células NK creen que eres portador de cáncer o un virus y matan el embarazo“, dijo.
Motivo por el que llegó a pensar que jamás sería madre, pues sus embarazos no sobrepasan las 14 semanas.
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No obstante, Dios le demostró que no sería así, ya que después de un fuerte tratamiento combinado de esteroides, aspirina para bebés y anticoagulantes la mujer no solo logró quedar embarazada a una avanzada edad, sino tener a su primer bebé.
Aunque no tiene muchos recuerdos de cuando estuvo embarazada, debido a que se negó a tomarse fotos, ya que pensaba que ese bebé tampoco iba a nacer.
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“ Nunca permití fotos cuando estaba embarazada porque asumí que perdería al bebé y no quería ese triste “, agregó.
Definitivamente, su hijo hoy es todo un milagro, tanto que sus médicos que la atendieron durante esos 16 años en los que perdió a sus bebecitos lloraron, pues no podían creerlo.
“ Todos los médicos y enfermeras estaban llorando porque conocían mi historia ”, aseveró.
Y aunque cada una de las perdidas le causó un gran dolor en el alma debido a que cada uno de esos bebés también eran sus hijos, hoy se siente bendecida por ser la mamá de un hermoso angelito a quien le puso William .
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“ Cuando pusieron a William en mis brazos, sentí que me había ganado la lotería . Estaba absolutamente eufórica”, puntualizó.
Por eso ahora la mujer compartió su historia para que más madres que lastimosamente no han podido traer a un bebé a este mundo se den cuenta de que los milagros si existen .
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Tras la publicación del increíble caso, cientos de internautas la felicitaron por tener fe y nunca rendirse, pues no hay nada imposible para Dios.