Aunque existen muchas, Zoom es la aplicación que más ha ganado usuarios debido a la pandemia que obliga a las personas a quedarse en casa y a comunicarse con sus familiares y amigos a través de internet.
Es atractiva, pues admite que se conecten al tiempo hasta 49 personas. Esto mismo ha permitido celebraciones de cumpleaños y fiestas de otros tipos. Sin embargo, en algunas de esas reuniones virtuales han llegado a mostrarse desnudos y Zoom no quiere que la aplicación se vincule al sexo o con contenidos relacionados.
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Por eso ha puesto en marcha un plan que localizar desnudos. Según la política de “uso aceptable” de la aplicación, los usuarios no pueden usar Zoom para participar en actividades que sean dañinas, obscenas o indecentes. La política especifica que esto incluye "exhibiciones de desnudos, violencia, pornografía, material sexualmente explícito o actividad criminal".
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"Alentamos a los usuarios a reportar presuntas violaciones de nuestras políticas, y utilizamos una combinación de herramientas, incluido el aprendizaje automático, para identificar de manera proactiva las cuentas que pueden estar en violación", dijo un vocero de Zoom a Rolling Stone.
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Aunque la compañía no especificó todavía la forma en la que se alertarán esos contenidos que violen su política, el vocero agregó que tomarán una “cantidad de acciones” contra los infractores.
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No es el único problema de Zoom:
Que haya gente desnudándose en las reuniones virtuales no es el único mal que aqueja a Zoom. En días pasados salió a la luz pública que más de medio millón de cuentas sufrieron un problema de seguridad por el que sus contraseñas quedaron expuestas.
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Según el medio especializado BleepingComputer, alrededor de 530.000 cuentas de Zoom han aparecido a la venta. En las ofertas aparece el correo, contraseña, urls de las reuniones y claves host. Con toda esta información, quien la aquiere puede hacerse pasar por otra persona y acceder a reuniones de Zoom o intercambiar mensajes con otros usuarios de la plataforma.
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Otra cosa que pueden llegar a hacer es colarse en una videollamada ajena para sabotearla, a esto se le llama ‘Zoombombing’.
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