La muerte de Rubby Pérez tras el colapso del techo de la icónica discoteca Jet Set en Santo Domingo ha estremecido no solo a República Dominicana, sino a todo el mundo de la música latina.
El número de fallecidos ha llegado a 221, en una tragedia que ha marcado profundamente a todos los involucrados. Uno de los relatos más conmovedores lo dio Sergio Vargas, destacado exponente del merengue, quien narró en varios medios una serie de experiencias que parecen haber anticipado el trágico desenlace.
En una conversación con Alofoke Radio Show, Vargas rememoró su más reciente encuentro con Rubby Pérez en un aeropuerto, ocurrido tan solo quince días antes del lamentable evento.
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“Hace 15 días nos juntamos en el aeropuerto, él iba hacia New York, yo iba hacia Colombia. Y él me dijo: ‘Voy después de tres años a Jet Set, en 15 días, y quiero verte ahí’”, relató visiblemente conmovido.
El encuentro, casual en apariencia, hoy cobra un nuevo significado. Vargas, quien se presentó en Jet Se t tres semanas antes del derrumbe, reveló en el programa Gozando con Luisín Martí había notado señales alarmantes en la infraestructura del lugar.
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“Fui uno de los últimos en salir, porque muchos querían tomarse fotos. Al final, vi a los encargados de limpieza barriendo . Les pregunté qué era eso, y me dijeron: ‘eso es a cada rato, caen pedacitos’”, relató el intérprete de Ni tú ni yo, haciendo alusión a fragmentos del techo que ya se desprendían.
Pero la tragedia no solo tiene una dimensión pública; también hay historias personales que calan hondo. La hija de Rubby, Zulinka Pérez, reveló cómo su padre, sin saberlo, salvó su vida en el último momento.
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Según su testimonio, durante la presentación le pidió a su padre que la ayudara con una canción. Rubby tomó el micrófono destinado para ella y cantó en su lugar. Ese gesto, aparentemente simple, cambió el destino. “Si hubiera sido yo quien usaba ese micrófono, quizás no estaría aquí” , dijo Zulinka, profundamente afectada.
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El accidente ocurrió en medio de un espectáculo especial por los 50 años de la discoteca Jet Set. El colapso fue repentino y devastador: 58 personas murieron en el lugar y más de 150 resultaron heridas. Rubby Pérez, inicialmente rescatado de entre los escombros, falleció horas después tras una intensa lucha por sobrevivir.
Las palabras de Sergio Vargas sobre la ubicación del cantante al momento del colapso son reveladoras: “Donde cayó una de las columnas, ahí es donde siempre se colocan los artistas. Yo creo que murió instantáneamente”.
Para Sergio Vargas, el dolor es aún más profundo: no solo se ha despedido a una leyenda del merengue, sino también a un hermano entrañable . “Éramos más que colegas”, expresó.
Figuras como Juan Luis Guerra, Gilberto Santa Rosa y Wilfrido Vargas han manifestado su dolor públicamente. La muerte de Rubby Pérez no solo deja un vacío artístico, sino una huella imborrable en la historia de la música dominicana.
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