Un hecho causa conmoción en autoridades de Nueva Zelanda luego de que descubrieran a una mujer transportando una maleta con una niña de dos años dentro.
Los hechos ocurrieron el domingo 2 de agosto en Aukland cuando el conductor de un bus se percató de un movimiento inusual en una de las maletas del maletero y al abrirla descubrió a la pequeñita con dificultades para respirar.
Según lo que se conoce, una mujer tomó el autobus y puso la maleta en el maletero e inició su viaje sin despertar sospecha; sin embargo todo se descubrió en una parada en en Kaiwaka, al norte de Auckland, cuando un pasajero le pidió al conductor abrir el maletero para sacar su equipaje.
El conductor abrió esta parte del bus y antes de cerrarlo nuevamente se percató de un movimiento inusual en una de las maletas lo que lo llevó a sospechas que podría haber algo como un animal dentro del equipaje.
El hombre no dio espera y sacó la maleta de la que al abrirla se llevó la sorpresa de que adentro había una niña de tan solo dos añitos y quien además presentaba un estado de salud deteriorado producto de la sofocación.
Las autoridades fueron avisadas y al llegar al lugar y comprobar los hechos identificaron a la propietaria de la maleta quien es una mujer de 27 años que viajaba en el bus y fue detenida por negligencia infantil.
La bebé, que vestía únicamente un pañal, fue trasladada de manera inmediata a un hospital donde se confirmó que presentaba una temperatura corporal muy alta debido a que llevaba casi una hora.
La mujer arrestada será presentada ante un tribunal para responder por delitos de maltrato y/o abandono infantil y hasta el momento no ha dado explicaciones públicas sobre por que metió a la bebé en la maleta y la dejó en el portaequipajes, sabiendo el riesgo que esto representaba para su vida.
Tampoco se ha revelado si la menor de edad es hija de la mujer capturada, si tienen algún pertenezco o relación o si se trata de otro tipo de situación en que la mujer resultó con la bebé en su poder.
Por su parte las autoridades destacaron que la rápida acción del conductor “evitó lo que podría haber sido una situación con un desenlace mucho más grave”.