Una macabra historia le da la vuelta al mundo tras conocerse el crimen de un anciano a manos de su joven pareja quien, aparentemente, en un ataque de ira arremetió contra el hombre.
Los hechos ocurrieron en Hawái, Estados Unidos, donde un joven de 23 años, identificado como Juan Tejedor Barón, asesinó a su pareja identificada como Gary Ruby, de 73 años, luego de que este le confesara que tenía una enfermedad venérea.
Según la investigación de las autoridades, Juan Tejedor se encontraba a finales del mes de febrero en la vivienda de su amante y, luego de sostener relaciones sexuales, Gary le confesó que había dado positivo para VIH, por lo que posiblemente el joven también estaría contagiado.
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En medio del shock por la noticia, Juan reaccionó con ira y arremetió contra su pareja a quien atacó con una correa en el cuello hasta asfixiarlo. Una vez observó que el anciano no reaccionaba y que posiblemente lo había asesinado, Juan decidió ocultar el cuerpo para evitar irse a la cárcel.
Sin embargo, antes de eso, hizo unas cortadas en las muñecas de su víctima para simular un suicidio; posteriormente enterró el cuerpo debajo de unas baldosas de la bañera y esparció café para evitar que el olor fétido alertara a vecinos.
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El joven continuó su vida adueñándose de la vivienda de Gary y de su carro, el cual logró poner a nombre suyo y comenzó a disfrutar con su otra pareja, un hombre de 34 años.
Sin embargo, la tranquilidad para el joven acabó el 7 de marzo cuando hasta la casa de su víctima llegó la Policía preguntando por el anciano a quien su familia había reportado como desaparecido dos semanas atrás.
Juan Tejedor aseguró no saber nada del hombre y dijo que la casa y el carro los había comprado semanas atrás.
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Tras esta visita el joven abandonó la vivienda y huyó hacia California, aparentemente, buscando cruzar la frontera hacia México; pero las autoridades ya le seguían la pista y lo capturaron antes de que lograra abandonar el país.
Con varias pruebas en su contra, Juan Tejedor Barón no tuvo otra opción que confesar que Gary Ruby estaba muerto y que él lo había asesinado; además le dio la ubicación del cuerpo a las autoridades. Ahora el joven enfrenta un juicio en el que deberá responder por los delitos de asesinato en segundo grado, robo en primer grado y usurpación de identidad.
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