Tres policías fueron detenidos y presentados ante un juez este jueves en Kenia por la fuga de un asesino en serie de niños , descrito como un "vampiro sediento de sangre".
Masten Milimo Wanjala fue detenido en julio por la desaparición de dos niños pero, en una confesión estremecedora, admitió haber matado a muchos más.
El hombre de 20 años llevó a los agentes hasta el lugar donde se había deshecho de los cadáveres, en una zona forestal cerca de la capital Nairobi, y confesó haber matado a al menos 10 adolescentes.
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Para la policía fue un importante descubrimiento en medio de una investigación por una serie de desapariciones de niños en Kenia, casi dos al día en semanas recientes, de acuerdo con sus datos.
"Wanjala masacró él solo a sus víctimas de las formas más crueles, a veces sorbiendo sangre de sus venas antes de ejecutarlas", indicó entonces la Dirección de Investigación Criminal en Twitter, calificando al acusado de "vampiro sediento de sangre".
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El hombre de 20 años debía ser presentado ante un juez el miércoles pero las autoridades constataron que se había fugado.
Los tres policías que estaban de servicio en ese momento fueron detenidos y la búsqueda del asesino continúa, dijo a la AFP el jefe de la policía de Nairobi, Augustine Nthumbi.
La fiscalía pidió que permanezcan detenidos durante 14 días mientras se investiga si facilitaron la huida de Masten Milimo Wanjala o "actuaron con negligencia". El tribunal se pronunciará sobre la solicitud el viernes.
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Los asesinatos se produjeron en los últimos cinco años. Las víctimas eran drogadas, estranguladas o su sangre era drenada por el asesino, indicó la policía.
El asesino confeso no se disculpó por sus acciones y dijo a los detectives que obtuvo "mucho placer" matando a sus víctimas.