Colombia ha visto en los últimos años un auge en la escena cultural, recreativa y gastronómica con propuestas que permiten ofrecer experiencias para todos los públicos y gustos. La gastronomía es una de las más llamativas no solo para colombianos sino también para turistas que se dejan tentar por las excentricidades de infinidad de platos en cada ciudad del país, satisfaciendo hasta a los paladares más exigentes.
Y aunque el imaginario en gran parte de turistas los lleva a pensar que hay que recorrer ciertas ciudades para disfrutar de su gastronomía, la verdad es que en la actualidad ya se puede disfrutar de todos sabores de Colombia sin siquiera salir de Bogotá; pues el país ha tenido un avance gastronómico tan significativo que ahora los restaurantes ofrecen experiencias de distintas regiones en un solo lugar.
Incluso, hay un restaurante en Bogotá que no solo agrupa la gastronomía colombiana con carnes y platos de mar, sino que además ofrece algunas opciones con carnes importadas para deleitar paladares, especialmente de amantes de la carne.
Uno de los más llamativos es el restaurante Factory Steak & Lobster, ubicado en la Zona G de Bogotá, con un espacio que combina la tradición de las American Steak House con la elegancia y sofisticación de un restaurante de alta calidad. Este lugar está llamando la atención no solo por su propuesta culinaria, sino también por el ambiente que ha logrado construir, inspirado en materiales y atmósferas similares a las de la Catedral de Sal de Zipaquirá.
La estructura interior de este restaurante es uno de los grandes atractivos para turistas y clientes que se maravillan con el diseño que hace un guiño claro a la estética subterránea de la Catedral de Sal de Zipaquirá, transportando a los visitantes a este lugar turístico y cultural, pero sin salir de Bogotá, y en el que además pueden disfrutar de la gastronomía en medio de una atractiva y amplia carta con alimentos y vinos.
Sobre su estructura inspirada en la Catedral de Sal, en el Factory predominan las paredes oscuras, superficies similares a minerales, techos altos y una iluminación tenue que resalta las texturas sin saturar el espacio, generando una atmósfera que recuerda a los pasillos tallados en sal, con un ambiente que oscila entre lo sobrio y lo monumental. Las mesas perfectamente combinadas contrastan con este fondo casi cavernoso brindando un espacio que no solo cumple una función estética, sino que también contribuye a una experiencia sensorial envolvente, en la que el espacio se convierte en un protagonista más del recorrido gastronómico.
El fuego es el corazón de la cocina y la excelencia, el lenguaje en este restaurante perteneciente a JW Marriott Bogotá que ya sorprende a visitantes con una experiencia American Steak House que combina cortes de carne certificados e importados, mariscos de calidad excepcional y una cava de vinos diseñada para maridajes memorables.
Cada corte es elegido con precisión y trabajado como una pieza única para cada persona que llega a degustar. El Tomahawk de 900 gramos, terminado sobre piedra de sal del Himalaya; el New York Strip madurado en seco para concentrar su sabor; la Entraña de 400 gramos, pensada para compartir y el Ribeye con mantequilla de hierbas y pimienta negra recién molida son ejemplos de una carta donde la técnica y la calidad se encuentran en equilibrio.
El mar tiene su propio protagonismo: la Cola de Langosta cocinada en josper, el Atún en Costra de Sésamo con Pesto de Brócoli, para los que buscan un bocado especial, el Surf & Turf reúne en un mismo plato lo mejor de ambos mundos.
La cava de Factory Steak & Lobster guarda más de 200 etiquetas, desde una selección de Malbec mendocinos que abrazan la intensidad de una entraña Angus Prime, hasta un Chardonnay californiano que potencia la dulzura de una langosta.
Este es uno de los restaurante más comentados en la capital y genera un gran atractivo para ciudadanos y turistas que se sienten tentados por gozar de gastronomía mientras se transportan a lugares culturales.