La investigación por el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay sigue avanzando, y esta vez, las autoridades pusieron la lupa en dos viviendas ubicadas en la localidad de Fontibón, Bogotá.
Allí, los equipos designados realizaron allanamientos en la casa de la abuela paterna y en la vivienda de la tía del menor de edad señalado de haber accionado el arma durante el mitin político el pasado 7 de junio.
Según información oficial, el menor vive bajo el cuidado de estos familiares, ya que su madre falleció y su padre estaría fuera del país.
Las diligencias fueron ejecutadas por cuatro equipos de investigación encargados de identificar no solo las circunstancias del atentado, sino, sobre todo, a los autores intelectuales. Todo apunta a que alguien más dio la orden.
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Durante los operativos, los investigadores buscaron elementos clave para fortalecer el proceso de judicialización. Entre las pruebas que se pretenden obtener están objetos personales del menor, material digital, documentos y cualquier indicio que permita reconstruir el modo, tiempo y lugar del ataque.
Además, se busca establecer si existen conexiones con estructuras ilegales, pues se sospecha que el menor pudo haber sido instrumentalizado por terceros.
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Videos de cámaras de seguridad también han sido fundamentales en esta etapa del proceso. En ellos, se observa al joven intentando escapar tras el ataque, mientras era perseguido por el equipo de seguridad de Uribe.
Estas imágenes podrían servir para trazar su ruta de huida, establecer contactos cercanos y entender mejor la planeación detrás del atentado.
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Hallan fotos del menor en casa de su padre, un exmilitar
La búsqueda de respuestas no se detuvo ahí. Una nueva línea de investigación salió a flote tras conocerse que el joven habría mantenido vínculos con su padre, a pesar de no vivir con él. Y es que en uno de los dispositivos analizados apareció una fotografía del menor tomada cerca de la casa de su progenitor, ubicada en el barrio La Estrada.
El dato tomó relevancia luego de que se descubriera que el padre es un militar retirado, adscrito en su momento al batallón del Distrito Militar Número 1 en Usaquén.
Aunque en principio se dijo que estaba en Polonia, nuevos reportes indican que habría viajado a Ucrania. A pesar de los esfuerzos del diario EL TIEMPO por contactarlo, el hombre ha leído los mensajes, pero no ha respondido.
El hallazgo de imágenes y la revisión de los datos del celular del menor, aunque aún no se ha recuperado el dispositivo, han encendido las alarmas en los equipos de inteligencia. Los investigadores ya tienen en su poder el número del abonado, y se solicitó a la empresa operadora que entregue el historial de llamadas y la ubicación de las últimas semanas.
La Fiscalía y la Policía trabajan bajo la hipótesis de que alguien coordinó, reclutó y guió al menor para que cumpliera la orden de disparar contra el senador. Por eso, toda pista relacionada con el padre y sus posibles contactos es considerada prioritaria.
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