Al alquilar una vivienda, es común que surjan dudas sobre quién debe asumir los costos de reparaciones estructurales como una humedad. Esta situación, en muchos casos, genera inconvenientes entre arrendador y arrendatario. Te aclaramos lo que establece la ley en Colombia sobre las reparaciones en inmuebles arrendados.
La normativa colombiana establece que las reparaciones que garantizan el buen estado del inmueble son generalmente responsabilidad del propietario, especialmente cuando se trata de problemas como las humedades. En palabras simples, si la humedad no es causada por malas prácticas del arrendatario, el dueño debe encargarse de solucionarlo para preservar el estado de la vivienda.
La humedad puede ser un problema serio que afecta no solo la estructura, sino también la salud de los ocupantes. La legislación entiende esto y, por tanto, establece que estas reparaciones esenciales recaen en el propietario para que el inmueble esté en condiciones óptimas.
¿Qué hacer si el propietario se niega a reparar?
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Cuando el propietario no asume su obligación de reparar una humedad que no es atribuible al inquilino, el arrendatario puede tomar medidas legales para recuperar lo invertido en la reparación. El Código Civil Colombiano regula esta situación a través del artículo 1993, que señala que, si el propietario no hace las reparaciones, el inquilino puede cubrir los costos y descontarlos de la renta mensual. Sin embargo, existen limitaciones que deben respetarse:
- Máximo del 30% de la renta: El arrendatario puede descontar hasta un 30% del valor de la renta mensual para cubrir la reparación.
- Descuento periódico: En caso de que la reparación supere el 30% de la renta mensual, el inquilino podrá hacer descuentos periódicos del mismo porcentaje hasta cubrir el total del gasto.
Por ejemplo, si el valor mensual del arriendo es de $1.000.000 y la reparación de humedad cuesta $600.000, el arrendatario podría descontar hasta $300.000 de cada mes hasta completar el monto.
Es recomendable que tanto propietario como arrendatario discutan estos detalles antes de firmar el contrato, para evitar conflictos futuros. Un acuerdo por escrito puede incluir disposiciones específicas sobre reparaciones, estableciendo claramente las obligaciones de cada parte.
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Como arrendatario, tienes la opción de cubrir el costo y descontarlo de la renta si el propietario se niega a realizar la reparación. Pero siempre es mejor llegar a un acuerdo mutuo y, en lo posible, documentar cualquier arreglo.