
¡Duda resuelta! Tips para saber si tu planta es de interior o de exterior
¿Tienes una planta nueva y no sabes si ponerla dentro o fuera? Te damos los trucos para resolver la duda de una vez por todas.

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¡Hola, amantes de la jardinería y las selvas urbanas! Si eres de los que disfrutan llenando su hogar de verde, seguramente te has encontrado con una duda existencial: ¿esta nueva amiga es de interiores o de exteriores?
A veces, la etiqueta del vivero no es suficiente o, peor aún, ¡ya no la tienes! Poner una planta de exterior dentro de tu casa podría ser un desastre, y viceversa. No te preocupes, no necesitas ser un botánico experto para resolver este misterio.
Existen señales muy claras y trucos sencillos que te ayudarán a descifrar los secretos de tu nueva compañera de vida. Con un poco de observación, aprenderás a darle a cada una el hogar perfecto para que crezca feliz y saludable.
El bienestar de nuestras amigas verdes depende de una sola cosa: el entorno adecuado. La luz, la temperatura y la humedad son factores cruciales para su supervivencia, y estos varían drásticamente entre el interior de una casa y el exterior.
Una que necesita sol directo para florecer podría morir de tristeza en un rincón oscuro de tu sala, mientras que una que ama la sombra podría quemarse y marchitarse en un balcón expuesto. Entender las necesidades de tu planta es el primer paso para convertirte en un verdadero "padre" o "madre" de plantas.
Así que, si estás listo para dejar de adivinar y empezar a tener éxito con tu colección, sigue leyendo. Te contaremos qué detalles te darán la respuesta que buscas y te ayudarán a crear el hábitat perfecto para cada una. ¡Prepárate para un viaje lleno de sabiduría botánica que te convertirá en la envidia de todos tus vecinos con pulgares verdes!
El primer lugar donde debes buscar pistas es en las hojas de tu nueva amiga. Una planta de interior, por lo general, tiene hojas más delgadas, delicadas y de colores más oscuros o vibrantes. Esto se debe a que no están diseñadas para resistir los fuertes rayos del sol directo ni los cambios bruscos de temperatura. Sus hojas son como un filtro que les permite absorber la poca luz que llega a través de una ventana, sin quemarse. Las hojas de las plantas de exterior, en cambio, suelen ser más gruesas, a veces con una capa cerosa o una textura más dura, diseñadas para resistir el sol, el viento y las plagas.
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El tallo también te dará información valiosa. Los tallos de las plantas de interior tienden a ser más delgados y flexibles. Muchas de ellas tienen un tallo que se inclina hacia la luz, buscando la fuente de energía para su fotosíntesis. Por otro lado, las plantas de exterior tienen tallos más gruesos y robustos, capaces de soportar su propio peso y de resistir los embates del clima. Si la ves con un tronco grueso y firme, es muy probable que sea una candidata para tu jardín.
Otro factor a considerar es la resistencia de la planta a los cambios climáticos. Una que está destinada a vivir al aire libre suele ser más resistente a los extremos de temperatura. Piensa en las que ves en los parques y jardines: aguantan el calor del verano y las noches frescas sin inmutarse. Si la tuya empieza a verse mal con la más mínima brisa o cambio de temperatura, es una señal de que su lugar ideal es dentro de tu casa.
Finalmente, investiga su origen. Si la tuya es de un clima tropical, es muy probable que necesite un ambiente cálido y húmedo, lejos de las corrientes de aire frío. Estas condiciones son más fáciles de replicar en el interior de un hogar. Por el contrario, si es de una zona desértica o montañosa, sabrás que necesita mucha luz solar y que puede tolerar temperaturas más extremas. Conocer de dónde viene tu nueva compañera es uno de los mejores trucos para cuidarla como se merece.
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Con estos sencillos consejos, ya no tendrás que adivinar si tu nueva amiga es de interior o exterior. Podrás darle el hogar perfecto y verla crecer feliz y saludable. ¡Feliz jardinería!
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