
El error que estás cometiendo en la cocina con las esponjas de lavar la loza
¿Usas la misma esponja para todo en la cocina? Descubre por qué lavar tus vasos con ella podría ser un gran error y qué tipo de esponja necesitas realmente.

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¿Alguna vez te has preguntado si estás usando la esponja adecuada para cada tarea en la cocina? Si la respuesta es no, presta atención. La mayoría de nosotros usamos una sola esponja para todo, desde sartenes grasientas hasta delicados vasos de cristal. Este es un error muy común que cometemos a la hora de lavar loza.
Las esponjas de cocina son un caldo de cultivo para bacterias. Su diseño poroso y la constante humedad las convierten en el hogar perfecto para microorganismos como la Salmonella y la E. coli. Si usas la misma esponja para limpiar restos de comida de un plato y luego para tus vasos, estás transfiriendo bacterias de un lugar a otro.
Además de las bacterias, las esponjas tradicionales pueden ser demasiado abrasivas para superficies delicadas. Si bien son excelentes para restregar ollas y sartenes con residuos pegados, su textura puede rayar el cristal de tus vasos, dejándolos opacos y con micro-arañazos que, con el tiempo, acumularán suciedad y perderán su brillo.
Así como no usarías una lija para limpiar una superficie delicada, tampoco deberías usar una esponja abrasiva para tus vasos. La esponja ideal para lavar vasos es aquella que combina suavidad y eficacia en la eliminación de residuos sin dañar el cristal.
La esponja de lavado de vasos se diferencia de las esponjas multiusos en varios aspectos clave:
(Lee también: Niño hirió a sus padres porque lo pusieron a lavar la loza)
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Invertir en una esponja para vasos no es un gasto, es una inversión en higiene y durabilidad.
Cambiar la forma en que lavas tus vasos puede parecer un pequeño detalle, pero marca una gran diferencia en la higiene de tu cocina y la vida útil de tu cristalería.