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Alberto Linero se destapa y habla sin filtros: “Como cura fui feliz, pero...”

El reconocido excura habla sin filtros sobre su paso por el sacerdocio, las etiquetas sociales que lo marcaron y su búsqueda de autenticidad tras dejar la sotana.

Alberto Linero, exsacerdote habló en La Kalle
Alberto Linero, habló en la Kalle sin etiquetas
/Foto: La Kalle

El exsacerdote Alberto Linero volvió a ser noticia tras una íntima entrevista para el especial Sin Etiqueta de La Kalle, donde compartió reflexiones profundas sobre su paso por la vida religiosa, está acostumbrado a estar activo en distintas facetas de su vida, incluso como narrador de fútbol.

Más conocido como el 'padre' Linero, aunque ya no le gusta que lo llamen así, tocó temas como su lucha constante contra las etiquetas sociales que lo han acompañado desde joven.

Con una sinceridad que sorprendió a muchos, Linero abrió su corazón para hablar de cómo las percepciones externas moldean, y a veces limitan, la identidad personal.

“Me alegra que la gente me vea como un tipo bacán, eso emociona, pero también condiciona”, dijo mientras recordaba su infancia en Santa Marta, su liderazgo como deportista en las calles y la decisión que cambiaría su vida: ingresar al seminario.

Desde su juventud, Linero fue alguien que rompía moldes. Dentro del seminario, lejos de seguir la rigidez del protocolo religioso, se vestía con jeans y sandalias. Su estilo fresco y su conexión con los jóvenes le ganaron admiración, pero también lo hicieron blanco de críticas por parte de sectores más conservadores.

“Fui un cura feliz, pero desde el principio me veían como raro, como el cura rebelde que aparecía en medios”, afirmó.

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Alberto Linero contó todo sobre su novia
/Foto: Alberto Linero - Instagram

Tras 25 años en el sacerdocio, decidió colgar la sotana, una decisión que no fue nada sencilla y que vino acompañada de críticas y prejuicios. “Me dijeron fracasado, traidor… Son palabras que duelen. Esas etiquetas son como heridas que no se ven, pero que marcan”, reveló. Pese a todo, hoy reconoce que esa fue una de las decisiones más valientes de su vida.

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Para romper con esas cargas sociales, Linero adoptó una filosofía personal que resume en tres letras: NVM, que significa “Me Vale Mundá”. Una forma de decir que ha aprendido a dejar de vivir bajo las expectativas ajenas. “Cuando quieren definirme, yo simplemente no me dejo. Hoy valoro más lo que soy que lo que esperan que sea”, expresó con firmeza.

Hoy, alejado de los altares pero más cerca de sí mismo, Linero busca seguir construyendo una vida con sentido. Ya no como sacerdote, sino como un ser humano que quiere dejar huella por lo que hace, no por los títulos que lleva. “Quiero que la gente me recuerde como alguien bueno, alguien que hizo el bien sin importar lo que dijeran”, concluyó.

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Con su testimonio, Alberto Linero no solo comparte su historia, sino que también invita a otros a liberarse de los rótulos impuestos, a buscar su autenticidad y a no tener miedo de cambiar el rumbo cuando el alma lo pide.

Revive acá la entrevista completa: