El famoso presentador de entretenimiento Carlos Vargas es una de las figuras más queridas en la televisión colombiana, no solo por su profesionalismo, sino también por su irreverente forma de ser con la que le ha mostrado al mundo que la orientación sexual no es lo que define a una buena persona.
Pues Carlitos, como es conocido cariñosamente en el gremio periodístico, suele tener una forma de ser tan sencilla y amorosa con todo el mundo que es imposible no sentir aprecio hacia él; esta actitud le ha permitido abrirse puertas y ganarse los corazones de sus compañeros, colegas y público en general.
Pero todo en la vida de Carlos Vargas no es color de rosa, ya que es una persona que ha tenido altibajos como cualquier humano y así lo dio a conocer en La Kalle donde abrió su corazón para contar momentos privados de su vida.
Uno de los momentos que reveló, en entrevista con Kallejiando, fue cuando tuvo que confesar abiertamente su orientación sexual ante su papá y su mamá; una situación que lo llevó al límite y de la que hoy habla con tranquilidad y recogiendo los mejores aprendizajes de lo vivido.
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Carlos Vargas y la pelea que lo llevó a confesar que es homosexual
Según cuenta en entrevista con La Kalle, sus papás supieron de su orientación sexual años después de que él fuera consciente de su género y estuviera completamente seguro de ser homosexual. Hasta ese entonces solo lo sabían un grupo cercano de amigos y su hermana.
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Y fue precisamente la hermana de Carlos Vargas quien se encargó de darle el 'empujón' para que hablara de este tema con sus papás; pero la situación no se dio bajo un contexto consensuado, ni en los mejores términos, sino en medio de una pelea.
Según la propia versión de Carlitos, un día tuvo una fuerte pelea con su hermana en la casa y en medio de la discusión ella le gritó que es mari#$%, ante lo que el presentador, sin titubear, la encaró reconociendo a "todo grito" ser homosexual.
"Tenía 21 años aproximadamente. Se presenta una pelea en la casa con mi hermana... Yo le respondo: 'Sí, soy marica, ¿y qué?', cuenta Carlos Vargas recordando el episodio que lo dejó en descubierto ante su familia.
Recuerda que luego de expresar abiertamente su orientación sexual se percató que su papá quedó en shock mirándolo ante lo que acababa de escuchar.
"Mi papá me miraba y yo no sabía qué hacer... Y luego de unos minutos, en un tono muy serio, y no de amenaza sino en lealtad a su crianza, me dijo: 'Si usted es así, se va de la casa'", recuerda Carlitos.
Agrega que de inmediato empacó una maleta y se fue hacia el parque del conjunto donde vivía y se sentó a llorar hasta que le entró una llamada: "Era mi mamá y yo le contesté para que supiera que estaba bien, pero no le hablé".
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Según cuenta, mientras lloraba se reclamaba y cuestionaba si era culpa suya el ser homosexual o si tal vez había decidido esa orientación para llevarle la contraria al papá; sin embargo, volvió a tomar fuerzas y 'levantarse' al escuchar a su mamá al teléfono.
"Llevaba casi una hora o más llorando y cuestionándome todo hasta que le contesté a mi mamá y escuche que me dijo: 'Mijo, si usted me oye, espero que no tome ninguna decisión... Acá en la casa mandamos su papá y yo por igual, así que él no decide si usted se va de la casa", relata Carlitos sobre las reconfortantes palabras de su mamá al saber que era homosexual.
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"En ese momento decidí que la vida hay que seguirla, así que me levanté y me fui para donde una amiga que me contó que mi mamá la había llamado preocupada y mi amiga le confesó que ella ya sabía de mi orientación sexual", cuenta Carlos Vargas reflexionando que pese al tenso momento que enfrentó, le sirvió para asumir con valentía su género y no sentirse menos que nadie.
Por el contrario, dice que tanto él como su papá aprendieron que la orientación sexual no define si alguien es buena o mala persona y que con el tiempo logró por completo el apoyo de su papá quien lo destaca como un buen ser humano, como persona, como hijo y como periodista.