Don Omar, no sólo es uno de los pioneros del reguetón sino también uno de los exponentes más importantes de este género. Su música ha llegado a muchísimos rincones del mundo, y ha acompañado a cientos de sus seguidores en la fiesta, en el amor y por supuesto en el desamor. Su rol en la industria de la música le ha hecho ganar fama, mucho dinero y reconocimiento.
Sin embargo, su vida no es, ni ha sido color rosa. William Omar Landrón Rivera, su nombre real, y como muchos lo conocían hace tiempo, llevaba una vida en la que sus compañeros fieles eran los excesos y el peligro.
"Yo vivía de vender droga, Ese era mi trabajo. 14 años. 15 años. Yo trabajaba dentro de la droga. Vendía droga. Hacía un turno todos los días de ocho horas" le dijo el cantante ,al famoso presentador Chileno 'Don Francisco', en una de las entrevistas, quizá, más intimas y honestas que ha concedido.
Así mismo, el artista urbano confesó que en esa época solía mantener borracho.
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Sin embargo, ver como asesinaban a sus amigos, y ser consciente que un día quien podía aparecer sin vida era él, fue lo que le hizo hacer un 'stop' en el camino y buscar un cambio en la manera que llevaba su vida.
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"Cuando tú ves que matan a tus dos compañeros, que también se veían vendedores de droga, no sé. Y tú quedas vivo, es cuando ahí recurres a Dios".
No obstante, ese cambio no duró mucho tiempo, pues el artista reveló que cuando entró al mundo de la música, volvió a recaer, en lo que podría denominarse un espejismo.
"De llegar de un mundo sano, limpio, comienzo a entrar a un mundo donde los sanos y los limpios son muy pocos. Yo caí en la trampa nuevamente. Yo caí en la trampa de querer crear un personaje, de querer crear una coraza" anotó el intérprete, quien después de haber estado por un buen tiempo alejado de los escenarios, regresó decidido a mantener el cambio que había hecho en su vida y a disfrutar de sus privilegios sin hacerle daño a nadie.
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