La separación del comedianteAlejandro Riaño, quien personifica a 'Juanpis Gonzáles', con su esposa la empresaria y creadora de contenido Mari Alejandra Manotas, nos tomó a todos por sorpresa, pues a través de las redes sociales todo parecía marchar muy bien sin embargo, la inesperada decisión nos deja claro que definitivamente, 'redes sociales vemos, vidas reales no sabemos'; pues mientras todos creíamos que eran la pareja ideal, ellos cada vez se distanciaban más por diferentes razones entre las que se encuentran proyectos personales apuntando hacia diferentes rumbos.
Dos meses después de que la mujer anunciara a través de su cuenta oficial de Instagram que de la manera más sana ambos habían decidido darle fin a su matrimonio, Mari Manotas vuelve a tocar el tema y a revelar más detalles de lo que generó la ruptura definitiva con el padre de sus tres hijos Matilde, Antonio y Agustín.
La confesión se la hizo a una reconocida revista de entretenimiento nacional, en la que ella fue la protagonista de la portada y de una sesión de fotos en la que Manotas se veía muy linda.
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"Nuestra relación surgió hace casi 6 años, el 19 de mayo cumplíamos 6 años de estar juntos. Yo diría que fue amor a primera vista, nos conocimos y, literalmente, a los 8 días yo me vine a vivir con él a Cajicá. Fue un amor loco que yo creo que así como fue de rápido, igualmente se apagó. Nos fuimos a vivir juntos, fueron dos años increíbles, yo decía: “este man es un extraterrestre; no entiendo cómo podemos estar y congeniar tanto y todo ser tan perfecto…”. Pero poco a poco va pasando el tiempo y te vas dando cuenta de que las personas van cambiando. Siento que él también encontró su propósito en la vida con su personaje de Juanpis González y llegó a un momento de éxito y muchas cosas empezaron a cambiar… Empezaron a haber muchos vacíos, muchos silencios, muchos espacios, peleas y viajes… Yo estaba sola”. expresó Mari, quien también reveló que los problemas venían desde hace tiempo, a tal punto que hasta asistieron a terapia de pareja.
"De repente, cuando nos volteamos a mirar, nos dijimos: ‘¡Juepucha, no estamos en nada! Nos acostamos a dormir uno al lado del otro y no estamos aquí".
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