Miguel Bosé volvió este viernes a las redes para seguir explicando su controvertida posición frente a la pandemia de COVID-19 y las medidas para luchar contra ella, en este caso su negativa a un uso de mascarillas "obligatorio, generalizado y sin excusas".
"Como bien oís, tengo asma y la mascarilla me crea problemas", argumentó el cantante, que desde hace tiempo presenta una sonora afonía al hablar, para justificar por qué él no quiere utilizarla y por qué piensa que no es buena para todo el mundo de forma sistemática.
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Bosé, quien reconoce su apoyo a movimientos que cuestionan el uso de esta barrera sanitaria y su eficacia, considera que "la población sana no tiene por qué llevarla", pero opina que, para prevenir, es conveniente que la usen "los enfermos, los sanitarios y los ancianos".
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"Pero un uso obligatorio, generalizado y sin excusas, no", insiste el músico, para quien "salud es respirar".
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Aludiendo quizás a unas fotografías suyas recientes en las que se le ve utilizando mascarilla a la salida de unas compras en un centro comercial, el autor de "Papito" reconoce que, a "veces", la lleva cuando entra en espacios "donde a la gente le pueda molestar que vaya sin ella".
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"¿Dónde estaba la histeria hace uno, dos o tres años, cuando hubo tanto contagio de gripe, más masivo y con mayor número de muertos? ¿Se paró la economía?", se pregunta, antes de considerar que en estos momentos "la calle tendría que estar trabajando y produciendo, ganando su dinero para poder subsistir, pagar sus impuestos y hacer una vida normal".