Las aplicaciones de citas como Tinder han cambiado la manera en que muchas personas buscan pareja o simplemente se conectan con otros. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que, detrás de las fotos bonitas y los perfiles llenos de detalles atractivos, pueden esconderse riesgos que van mucho más allá de lo que se muestra en una conversación virtual.
Ese fue el caso de Santiago C., un joven de Entre Ríos que vino a Buenos Aires para estudiar y, por azares, terminó siendo víctima de un robo luego de una cita con una chica que conoció en Tinder. La historia de Santiago comenzó como una típica conversación en una app de citas, donde todo parecía ir bien.
Te puede interesar
Publicidad
"H ice match con una chica que se llamaba Nati Porthos", recordó el joven. En su perfil decía que estudiaba arquitectura y vivía en Villa Urquiza, pero más tarde, la chica le confesó que su apellido era solo un nick inspirado en un personaje literario. El inicio de la charla fue casual, con mucha química, gracias a que ambos compartían el mismo humor y la pasión por el fútbol.
Luego de intercambiar números de teléfono, los dos decidieron encontrarse en un bar en Palermo, un lugar cercano al departamento de Santiago. "Ella no se veía exactamente igual a las fotos de perfil, pero no le di mucha importancia", señaló Santiago.
Publicidad
La cita siguió su curso como cualquier otra, con algo de c omida, tragos y, como es común en este tipo de encuentros, un beso y la propuesta de ir a la casa de Santiago.
Ya en el apartamento, el joven preparó un trago y pusieron música para continuar la noche. Pero todo dio un giro inesperado. "Cuando fui al baño por segunda vez, ella ya estaba levantada, como apurada", recordó. En ese momento, la joven le confesó que no se sentía bien y pidió irse. Santiago, preocupado, le ofreció que se quedara o le diera algo para el malestar, pero ella insistió en irse.
Millonario robo en segundos
Cuando la joven se marchó, el joven no pensó que algo raro estaba ocurriendo. Pero al regresar a su apartamento y revisar sus pertenencias, se dio cuenta de que faltaban objetos valiosos: su notebook, un reloj y algo de dinero.
Publicidad
Fue entonces cuando comprendió que había sido víctima de un robo. "Pensé que la había dejado en otro lado, pero al final me di cuenta de lo que había pasado", contó. Al intentar contactarla por WhatsApp, la chica ya lo había bloqueado en todas las redes sociales.
Santiago, desconcertado y humillado por la situación, no se atrevió a hacer la denuncia. "Me dio vergüenza, no quería que me juzgaran" , confesó. Después de este episodio, el joven nunca más volvió a usar aplicaciones de citas. Prefirió el modo tradicional de conocer personas, de forma más "analógica", como él mismo lo dijo.
Publicidad
Puedes ver | ¡Todas las novedades de Ditu desde hoy!