El senador Miguel Uribe Turbay falleció en la madrugada de este lunes 11 de agosto en Bogotá luego de resistir durante más de dos meses a un complejo estado de salud producto de un disparo en la cabeza que sufrió el 7 de junio cuando daba un discurso en un parque de Bogotá.
La magnitud del impacto de la bala y el daño que causó en Uribe Turbay fue revelado desde el primer momento en que llegó a la Fundación Santa Fe donde lograron estabilizarlo y mantenerlo con vida en medio de la gravedad de su estado.
Pues el senador fue sometido a más de 10 cirugías a lo largo de dos meses en los que sus pronósticos estuvieron marcados por altibajos, de los que en algunos momentos presentaba leves pero significativos avances y en otros momentos su sistema revertía gravedad.
Así se mantuvo el senador durante dos meses internado en la Unidad de Cuidados Intensivos donde durante las últimas dos semanas no tuvo cambios relevantes que ameritaran ser informados a la opinión pública; fue solo hasta el sábado 9 de agosto que el organismo de Miguel Uribe presentó una novedad y que requirió de acciones por parte de los especialistas a cargo de su vida.
Pues el paciente presentó hemorragia en el sistema nervioso central obligando a nuevos procedimientos neurológicos de urgencia para estabilizarlo, los cuales consistieron en "reiniciar su bloqueo neuromuscular y sedación profunda".
Esta reacción fue informada públicamente a través de un comunicado de la Fundación Santa Fe que llevaba varios días sin novedades sobre el estado de Miguel Uribe.
Lamentablemente esta última novedad anunciaba que la vida del precandidato presidencial estaba a horas de apagarse para siempre; pues su sistema entró en un estado de máxima gravedad del que los médicos ya no pudieron estabilizarlo.
Miguel Uribe dio la última señal
Y aunque se realizaron las maniobras al alcance del personal a cargo de Miguel Uribe, se dice que su sistema ya estaba agotado y daba lamentables señales de no poder funcionar sin la asistencia médica y fuera de la sedación profunda en la que estaba; pues en los intentos que hicieron los especialistas para irlo despertando, el paciente presentaba poca respuesta.
En las oportunidades en las que la sedación se iba disminuyendo, el sistema de Uribe Turbay enviaba respuestas cada vez menos esperanzadoras; y fue en las últimas 48 horas que una hemorragia en el sistema nervioso dio señal de que el paciente aún no lograba estabilizarse sin ayuda mecánica.
A partir de ese momento su estado clínico presentó "reversión" y fue necesario volver al a sedación profunda ya que el político volvió a estado crítico de salud, lo que obligó nuevamente a un pronóstico reservado.
Sin embargo, unas 6 horas antes de fallecer el precandidato presidencial tuvo un último intento en su lucha por sobrevivir y presentó una leve mejoría que llevó a pensar que estaba estable, según un mensaje publicado por su propia esposa, María Claudia Tarazona, en la noche del domingo 10 de agosto.
"En días pasados Miguel enfrentó una nueva situación, que con su fortaleza, la oportuna atención de sus médicos y sobre todo la ayuda de Dios, está superando y hoy se recupera y está estable", decía una parte de su mensaje.
Pero lamentablemente con el paso de las horas el pronóstico volvió y cambió y en horas de la madrugada Miguel Uribe presentó mayor gravedad en la que las intervenciones médicas no fueron suficientes y pese a los intentos por reanimarlo finalmente todos sus órganos colapsaron y terminó falleciendo hacia la 1:56 de la madrugada de este lunes 11 de agosto y hacia las 5 am fue informada la noticia públicamente.