Una joven australiana habló por todas las mujeres que se han convertido en madres y mostró que, a pesar de que dar vida a otra persona es un acto admirable, el proceso y el parto son pruebas difíciles de superar.
Ella se llama Elise Grossman y, a través de Instagram , compartió varias fotografías de su cuerpo minutos después de haber dado a luz.
Elise tuvo a su tercera hija en la bañera y la llamó Willa y, para este parto, quiso expresar que el amor de tener en brazos a su bebé vale más que el estómago inflamado que queda después de tenerlo.
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Cuando una mujer da a luz, su panza queda como un globo desinflado , eso depende de cada cuerpo, pero en general pasa un buen tiempo para que se acomode de nuevo. Muchas de ellas quedan como si aún estuvieran embarazadas.
“El sentimiento cuando miras abajo y ves tu panza es extraño”, escribió Elise. Sin embargo, las dificultades físicas y personales que puedan dejar el parto “vale absolutamente la pena”, complementó.
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