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El maniquí se encuentra desde 1930 en una tienda de novias llamada 'La Popular', en pleno centro Chihuahua, en México, sin embargo, algunos indican que no es un maniquí más, pues alberga un gran secreto.
Según la historia, el maniquí llegó proveniente de Francia el 25 de marzo de 1930 y la dueña del comercio, Pascualita Esparza Perales de Pérez quedó tan deslumbrada con su belleza que ella misma lo vistió con un hermoso vestido de novia y lo colocó en la vidriera principal de su tienda.
La exhibición llamó tanto la atención, que la gente no paraba de ir a visitar la tienda, con el pasar del tiempo, empezaron a correr algunos rumores.
No era un maniquí, sino el cuerpo de la hija de Pascualita, decían los lugareños.
Pues relatan que la hija de Pascualita habría fallecido meses antes a causa la picadura de un escorpión. Justo el día de su boda. Y doña Pascualita, desolada y destrozada por la pérdida de su amada hija, habría enviado en secreto su cuerpo a Francia, donde fue embalsamado a su pedido.
Por su parte, y ante las preguntas de los curiosos doña Pascualita nunca negó que fuera su hija.
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La triste madre murió en 1967, y nadie, salvo ella, podía tocar a ese maniquí que se parecía a su hija, luego de su muerte, la terrorífica novia cobró más fama, pues se ganó el título de 'La Novia más bonita de Chihuahua' y aún despierta admiración en los turistas que van especialmente a verla.
El actual propietario de la tienda, Mario González, mantiene viva la leyenda y dos veces por semana, su ropa se cambia tras las cortinas, para preservar su pudor; un exempleado aseguró que "el cuerpo no era el de un maniquí", mientras tanto. varios creyentes dejan flores y velas en su honor.
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La Pascualita
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