Una conversación en Tinder ha generado un fuerte debate en redes sociales, dividiendo a los usuarios entre quienes defienden y quienes critican la actitud de una mujer que, tras hacer match con un hombre, le envió una lista de siete requisitos indispensables para tener una cita con ella.
Este singular intercambio se viralizó rápidamente, especialmente en la plataforma X, donde las opiniones fueron diversas y, en muchos casos, acaloradas.
La historia comienza cuando Sofía, la protagonista de esta historia, compartió su número de WhatsApp con un joven tras una charla en Tinder que parecía encaminada a concretar un encuentro.
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Sin embargo, lo que parecía ser un paso más hacia la cita cambió cuando, en lugar de coordinar detalles o intercambiar saludos, Sofía envió un mensaje con siete exigencias que dejaron al pretendiente completamente desconcertado.
El primer requisito de la lista fue el transporte. Sofía dejó claro que no se movilizaría por sus propios medios; él debía enviarle un Uber o, en su defecto, pasarla a recoger. Eso sí, advirtió que si la opción era ir por ella, debía hacerlo en un carro nuevo, porque "no seas grasa (tacaño)", escribió.
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La segunda exigencia tenía que ver con el lugar de la cita: el restaurante debía estar ubicado en Puerto Madero, una zona exclusiva. Aunque, mostrando algo de flexibilidad, permitió que el encuentro tuviera lugar en Palermo si el presupuesto del joven no daba para tanto.
El tercer ítem aclaraba que él debía hacerse cargo de la totalidad de la cuenta, sin posibilidad de discusión. Luego, Sofía fue aún más específica: no estaba interesada en hablar de política ni de trabajo durante la cita, temas que consideraba fuera de lugar.
Lo que más sorprendió al joven, sin embargo, fueron los últimos tres puntos, todos relacionados con la intimidad. Antes de cualquier acercamiento físico, Sofía exigía que él leyera un libro de anatomía, sugiriendo que el conocimiento en esta área era indispensable.
Además, en sexto lugar, especificó que, en caso de necesitar un hotel, este debía ser de al menos 10 mil pesos, indicando una preferencia por lugares de alta categoría. Por último, Sofía advirtió que bajo ninguna circunstancia practicaría sexo oral.
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El joven, visiblemente sorprendido, solo alcanzó a responder con un "¿Qué?", a lo que ella respondió con un emoji de ratón, insinuando que el chico era tacaño. La conversación terminó abruptamente cuando él le dijo que estaba loca.
La captura del chat rápidamente comenzó a circular en X, donde miles de usuarios expresaron su opinión. Algunos defendieron la postura directa de Sofía, argumentando que ser clara desde el principio es una forma de evitar malos entendidos: "Me parece súper razonable y un gran negocio", comentaba un usuario. Otros, en cambio, criticaron la lista de exigencias, considerándola exagerada y poco realista: "Salga de ahí maestro y busque a alguien que lo merezca", aconsejó otro.
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