En Phoenix, Arizona en Estados Unidos, un niño de ocho años llamó a la Policía pidiendo ayuda porque escuchaba fuertes gritos en la habitación de sus padres. Cuando llegaron las autoridades, descubrieron que la pareja estaba teniendo intimidad.
Al parecer, el pequeño se despertó en la madrugada por los ruidos y pensó que algo malo les pasaba a sus papás.
“Es cierto que somos muy fogosos y a veces nos dejamos llevar, pero la habitación del niño está en la otra punta de la casa y siempre cerramos muy bien las puertas, de verdad que pensábamos que nunca nos oiría”, dijo el padre según publica el diario La Verdad.
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Por su parte, el operador que recibió la llamada de emergencia declaró: “Nos pareció raro, pero estaba muerto de miedo y es cierto que se oían los gritos a través del teléfono, así que mandamos una patrulla para solventar lo antes posible el presunto delito”.
Los policías llegaron rápidamente a la casa del pequeño y descubrieron lo que pasaba en realidad.
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“La verdad se oían los gritos desde la calle y subimos a toda prisa, pero al entrar en su habitación nos los encontramos haciendo el amor y entendimos tanto alboroto”, citó el medio.
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