A lo largo y ancho del planeta Tierra innumerables especies animales habitan en diversos ecosistemas acuáticos, terrestres y aéreos. Estas especies, muchas de las cuales existieron antes que los seres humanos, poseen características y peculiaridades únicas que varían desde sus métodos de defensa y caza, hasta sus colores, alimentación y comportamiento.
Cada especie se comunica de manera diferente. Por ejemplo, los perros utilizan ladridos, mientras que los gatos se expresan mediante maullidos y ronroneos. Sin embargo, algunas especies exhiben comportamientos que se acercan más a los humanos, como es el caso de los loros, famosos no solo por sus plumajes coloridos sino también por su aparente capacidad de "hablar".
Según la revista National Geographic, los loros son uno de los pocos animales que pueden imitar sonidos de otras especies, incluyendo a los humanos. Es común que estas aves convivan con personas en hogares, donde son conocidas por reproducir palabras y frases.
“La imitación de sonidos requiere una capacidad cerebral compleja y significativa. Por ejemplo, la información de sonido debe reconocerse, decodificarse y luego reproducirse”, explica National Geographic, citando a un equipo internacional de científicos liderado por investigadores de la Universidad de Duke, en Estados Unidos.
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Los científicos encontraron que los cerebros de los loros están estructurados de manera diferente a los de los pájaros cantores y los colibríes, que también pueden aprender sonidos.
La principal diferencia es la presencia de lo que los científicos llaman un "caparazón". Esta estructura, junto al sistema general de los loros, apoya los procesos de imitación, permitiendo que estas aves combinen la información auditiva sobre su entorno con los comportamientos necesarios para reproducirlos.
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¿Qué diferencia a los loros de otras aves para poder "hablar"?
Aunque otras especies como los cuervos y las urracas también tienen habilidades de imitación, estos no suelen ser animales domésticos y tienden a imitar sonidos de la naturaleza.
Los loros, en cambio, gracias a su convivencia con humanos, imitan frases, palabras, sonidos de teléfonos móviles y canciones.
La capacidad de los loros para imitar se debe en gran parte a su siringe, un órgano vocal especial, junto con una estructura cerebral dotada de zonas específicas para la imitación de voces y sonidos.
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Algunos investigadores incluso han observado que los psitácidos, la familia a la que pertenecen los loros, pueden seguir el ritmo de la música.
Cosas que no sabías de los loros
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Los loros forman parte de los psitácidos, una familia que incluye 78 géneros y más de 300 especies, algunas de las cuales están en riesgo de extinción. Es crucial que los humanos respeten y protejan estas especies.
Característicamente, los loros tienen un pico corto y curvado, aunque su forma, color y tamaño pueden variar entre especies. Sus patas, con dos dedos hacia delante y dos hacia atrás, les permiten trepar y manipular alimentos con facilidad.
Sorprendentemente, los loros son aves monógamas, permaneciendo emparejados con un compañero durante largos periodos o incluso toda su vida.
A menudo, los loros domesticados pueden considerar a sus dueños como su pareja, lo cual puede generar alteraciones en su conducta si se separan por tiempos prolongados. Por esta razón, se recomienda tener otra ave como compañía, a menos que se disponga de suficiente tiempo para dedicarle.
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