Daniela Tabares , una joven colombiana de 21 años, había llegado a Estados Unidos con sueños y esperanzas, buscando un mejor futuro. Residente en Coral Springs, Florida, Daniela era conocida por su carácter alegre y por su dedicación a un estilo de vida saludable, que la llevaba a frecuentar un gimnasio local donde había hecho nuevas amistades. Sin embargo, su vida fue truncada de manera brutal la noche del 22 de noviembre de 2019, en un caso que conmocionó tanto a la comunidad de Florida como a su familia en Colombia.
Esa noche, Daniela asistió a una actividad social organizada por el gimnasio al que pertenecía. La velada incluyó una visita al cine y luego una salida a un bar en compañía de Yvonne Serrano , una mujer de 51 años, con quien compartió gran parte de la noche. Las cámaras de seguridad captaron a Daniela y Serrano saliendo juntas del bar , marcando las últimas imágenes conocidas de la joven con vida.
Cinco horas después de que las dos mujeres fueran vistas juntas, Yvonne Serrano realizó una llamada al 911, afirmando haber encontrado un cuerpo sin vida en su propiedad. " Salí y vi un auto en mi entrada con un cadáver ", dijo Serrano a las autoridades. Cuando se le preguntó si conocía a la víctima, negó cualquier relación, asegurando: " No la conozco, está llena de sangre ". La policía, al llegar al lugar, descubrió que Daniela Tabares había recibido un disparo en la cabeza.
Las investigaciones policiales revelaron que Serrano había disparado a Daniela en la cabeza desde el asiento trasero del auto, sugiriendo una clara premeditación. Posteriormente, regresó a su casa, borró los videos de las cámaras de seguridad y lavó la ropa que llevaba puesta esa noche, en un intento de ocultar las evidencias del crimen.
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Inicialmente, a Serrano se le imputó un cargo de homicidio involuntario, pero las pruebas llevaron a que el cargo se cambiara a asesinato en segundo grado , además del delito de manipulación de evidencias. Isabel Tabares, madre de Daniela, describió a Serrano como "una mujer sin corazón" y sin remordimiento, ya que nunca mostró arrepentimiento ni ofreció declaración alguna durante el juicio. Finalmente, Yvonne Serrano fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de Daniela Tabares , dejando a una familia colombiana destrozada y a una comunidad conmocionada por la crueldad del crimen.
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